La inflación de agosto se ubicó en el 2,5 por ciento, el valor más bajo desde julio del año pasado, informó el Indec. El resultado guarda estrecha relación con la dinámica del segmento de alimentos y bebidas, que avanzó bien por debajo de la media, un 1,5 por ciento, también el menor incremento desde mediados de 2020. 

Los principales aumentos de agosto se verificaron en el rubro de salud, a partir del alza de las cuotas de las prepagas, equipamiento del hogar, prendas de vestir y educación. En ocho meses, la inflación acumula un 32,3 por ciento, por encima de la meta del 29 por ciento que se había puesto el Gobierno para todo el año. 

En tanto, la comparación interanual arroja un alza del 51,4 por ciento en los precios, apenas por debajo del 51,8 registrado en julio. Estos números de inflación, en un contexto socioeconómico muy delicado por la acumulación la crisis en la gestión Cambiemos junto a la pandemia, determinaron el deterioro del poder adquisitivo a lo largo y ancho de la sociedad que explica, en gran parte, el resultado electoral del oficialismo en las elecciones primarias del domingo pasado.

De todas maneras, la película muestra una lenta reducción de la inflación que permite al Gobierno mantener cierta expectativa para los meses próximos en cuanto a que por lo menos frene la caída de los ingresos en términos reales. 

Desde el pico del 4,8 por ciento en marzo, el alza de los precios anotó cinco mermas consecutivas: 4,1 por ciento en abril; 3,3 en mayo; 3,2 en junio; 3,0 en julio y 2,5 por ciento en agosto. 

Alimentos, más contenidos

El segmento de alimentos y bebidas subió el mes pasado un 1,5 por ciento, el menor valor desde julio de 2020. Hacia el interior de esta categoría, se destacó el alza de las bebidas, por la tracción de las infusiones. En cambio, la carne apenas avanzó 0,3 por ciento y las verduras, tubérculos y legumbres registraron bajas. En almacén, sobresalieron las subas de leche y lácteos y aceites y grasas.

A nivel de productos, el café molido subió 10,6 por ciento y la yerba mate, 3,8. La leche en polvo entera creció 5,6 por ciento y la versión entera en sachet, un 2,1. A su vez, el yogur firme avanzó 9 por ciento; la manteca 3,8 y el queso sardo, 3,4 por ciento. El arroz blanco se encareció un 5 por ciento y los fideos, un 2 por ciento.

En cambio, la carne picada bajó 3,5 y el asado, un 2,6 por ciento. La papa cayó 4,1 y el tomate, un 11,7 por ciento. La naranja lo hizo en un 7,4 por ciento y el limón, 4,1.

Salud e indumentaria

Uno de los rubros que registró una aceleración en su tasa de inflación fue salud, con un 4,2 por ciento en lugar del 3,8 por ciento de julio, a raíz de la suba de las cuotas de las prepagas. Según lo aprobado por el Gobierno, las prepagas se encarecieron un 9 por ciento el mes pasado y otro 9 por ciento en septiembre. Habrá una nueva actualización del 9 por ciento en octubre y luego otra del 9 por ciento a partir del 1 de enero de 2022.

En indumentaria, la tasa de aumento pasó del 1,2 por ciento en julio al 3,4 por ciento en agosto, mientras que en el caso de recreación y cultura, el avance del mes pasado fue del 3,7 por ciento, superior al 3,1 por ciento de julio. En tanto, la suba de los precios en el rubro de educación fue del 4,2 por ciento, por encima del 2,5 por ciento de julio.

Tarifas

El rubro de vivienda y servicios básicos subió 1,1 por ciento, por debajo del incremento del 2,9 por ciento de julio. En particular, electricidad, gas y agua cayó un 3,8 por ciento a raíz de que se redujo la tarifa de gas en algunas zonas del país por la ampliación del Régimen de Zona Fría. En transporte, el alza de 2,4 por ciento se explica por el reacomodamiento de precios de algunos servicios a nivel provincial.