Un extraño ataúd de la Edad de Bronce, con los restos de un hombre en su interior, fue hallado por casualidad por un grupo de obreros que hacía tareas de mantenimiento en un estanque del club de golf de Tetney, cerca de la ciudad de Grimsby, en Gran Bretaña.
Tras el hallazgo, el propietario del lugar se puso en contacto con los arqueólogos del Historic England, el organismo publico encargado de proteger el patrimonio británico.
Los especialistas constataron que se trataba de un ataúd de 4000 años de antigüedad, confeccionado con un tronco, que mide alrededor de tres metros de largo por uno de ancho.
En su interior se encontraron los restos de un hombre que había sido enterrado con un hacha, un elemento que según los arqueólogos era más un símbolo de autoridad que una herramienta práctica.
Hasta la fecha, solo fueron halladas 12 hachas en Gran Bretaña que datan de este período de la historia.
Los expertos establecieron que quienes confeccionaron el ataúd lo hicieron ahuecando el tronco de un roble y colocando diversas plantas para proteger el cuerpo.
El hallazgo
“Por suerte, cuando se encontró el ataúd, estaba trabajando junto con un equipo de profesionales y estudiantes del departamento de arqueología de la universidad en una excavación cercana”, contó Hugh Wilmott, profesor titular de arqueología histórica europea en la Universidad de Sheffield.
“Fue una experiencia de aprendizaje brillante para que nuestros estudiantes vieran lo que se puede conseguir en tan poco tiempo. Y estoy muy contento de que hayamos podido ayudar”, aseguró Wilmott.
El ataúd, uno de los 65 hallados en toda Gran Bretaña, fue trasladado a la organización benéfica educativa York Archaeological Trust, donde se completará su restauración.
“Esperamos restaurar el hacha en un plazo de 12 meses, pero el ataúd, debido a su tamaño, tardará al menos dos años en ser restaurado por completo”, manifestó Ian Panter, jefe de conservación de la institución, quien aseguró que su equipo ya tenía experiencia previa en este tipo de hallazgos.
Una vez completado ese trabajo, el ataúd será trasladado al Museo de la Colección en Lincoln. “La conservación del hacha y el mango, así como de las maderas del ataúd, es asombrosa. Estamos deseando poder compartir la historia del descubrimiento y los resultados de los análisis científicos con los investigadores y los visitantes del museo”, celebró Lindsey Cawrey, consejera de cultura del condado de Lincolnshire.
Mark Casswell, el propietario del club de golf donde se produjo el hallazgo, también expresó su asombro. “Nunca hubiera imaginado que había todo un mundo enterrado bajo el campo. Es asombroso lo bien conservada que está el hacha, con su mango todavía allí, como si hubiera sido fabricada ayer. Tendremos una bonita fotografía del hacha en la pared del club house”, aseguró.