Naim Vera (20) fue condenado el 14 de mayo a la pena de prisión perpetua por el homicidio agravado por mediar relación de pareja y femicidio de Brenda Micaela Gordillo. Su abogado, el cordobés Gonzalo Ferreras casó la sentencia y pidió que se le quiten ambos agravantes. La audiencia de expresión de agravios se concretó ayer y los jueces de la Corte de Justicia de Catamarca se expedirán dentro de dos semanas. Para la madre de la víctima, María Espeche, quien se quebró en medio de la sala el letrado estaba “calumniando” a su hija y matándola nuevamente.
La audiencia se concretó en el edificio de la Corte de Justicia. En ese lugar, se reunieron los jueces, el fiscal Gustavo Bergesio y los abogados de ambas partes.
Ferreras, fue el primero en hablar y señalar que para él nunca existió una relación de pareja y por lo tanto tampoco pudo haber sido femicidio. Tal como si se tratase de un alegato en un juicio ordinario, el abogado se explayó responsabilizando a la víctima de lo sucedido como lo hizo durante el debate.
Por su parte, el fiscal Bergesio contó al finalizar la audiencia que Ferreras dio su opinión “desfavorable sobre todo el proceso que terminó en esta sentencia”. “Si bien yo no fui el fiscal durante el juicio por todo lo que escuché y ví entendí que el fallo estaba bien dictado. Salí convencido de que sí hubo una relación de pareja y por lo tanto pedí que la sentencia sea confirmada".
Por su parte, Sebastián Ibañez, querellante en la causa, se manifestó disconforme con el accionar de Ferreras. “El defensor empezó a leer mensaje por mensaje cuando debía ser breve y tuve que pedir que lo llamen al orden para que sintetice. Insiste en algo que es ridículo y es decir que la víctima es Naim Vera. Es increíble cómo puede justificar que un femicidio como el de Brenda, en donde Vera la asesinó porque pensaba que estaba embarazada de él, la engaña, lo planifica, compra alcohol y después de matarla la quema y la descuartiza puede no serlo (femicidio). Una cosa es defender con argumento y otra es tomarnos de estúpidos a la sociedad de Catamarca”, dijo a la prensa.
La madre de Brenda, quien se quebró en la audiencia mientras escuchaba al defensor de Vera, aseguró que “ya no podía soportarlo más”. “Fue muy doloroso tener que escuchar a este abogado del diablo que la calumnia a mi hija y que ahora es víctima de él. Es una injusticia que defiendan a este monstruo (Vera). La verdad que no me pude contener al escucharlo cómo la culpa a mi hija. Todos los días nos están matando. Quiero que los jueces de la Corte sigan dando el ejemplo de la Cámara Penal. Que no se dejen manipular y mucho menos por este abogado del diablo que les quiere venir a dar cátedra a los jueces de acá.
Según confirmaron las partes, la decisión de los jueces de la Corte de Justicia se conocerá dentro de dos semanas. En caso de que el resultado sea desfavorable, la familia de Vera podría llegara hasta la Corte Suprema de Justicia.
Femicidio
El femicidio de Brenda Micaela Gordillo conmocionó a la sociedad catamarqueña y del país por lo horroroso de sus características.
El primero de marzo de 2020 a la madrugada, Vera, quien sostenía una relación sexo-afectiva con Brenda desde el 24 de noviembre de 2019, la citó en el dúplex propiedad de su abuela, ubicado sobre la calle Ayacucho Norte, frente a la Universidad Nacional de Catamarca.
La relación entre ellos había comenzado a ser conflictiva ya que Brenda creía que estaba embarazada y se negaba a abortar como Vera se lo pedía. Ante esta negativa, el adolescente, quien "veía truncados sus planes de irse a estudiar a Córdoba", ese mismo mes comenzó a idear la manera de “deshacerse” de la joven.
La investigación determinó que hasta pensó primero en contratar un sicario para que la acuchillara en la panza y ella perdiera el embarazo, e incluso pidió ayuda a sus amigos, quienes nunca pensaron que podía llegar a cometer el hecho. El desprecio que sentía por la situación lo hizo decirle a uno de sus compañeros: “Si vamos al casino y ganamos, compro tres botellas de alcohol para quemarla”.
Las cámaras de seguridad comprobaron que el 1 de marzo, Brenda, quien había manifestado varias veces a sus amigas que se sentía enamorada de Vera, y se lo había dicho a él mismo, llegó al dúplex a la 1.48 de la madrugada. La autopsia determinó que la vulnerabilidad de la chica, quien medía 30 centímetros menos que su agresor, era evidente y que no alcanzó a defenderse. Vera la asfixió metiéndole una prenda de vestir en la boca. Posteriormente y tal como había manifestado a su amigo, sacó las botellas de alcohol que había comprado e intentó quemarla en la parrilla.
Esa noche, su padre le había prestado la camioneta como él había planificado. Cargó los restos y una pala en la caja del vehículo, tiró en el contenedor de basura que estaba en la esquina de la vivienda una bolsa con lo que logró limpiar del asador y llevó el cuerpo hasta ruta provincial 4, en donde la enterró.
Vera fue el femicidida más joven en ser condenado desde que existe el agravante.