Con la procesión del Milagro que comenzará a las 15, previo recorrido desde el mediodía de las imágenes peregrinas por toda la ciudad, Salta tendrá por primera vez desde que comenzó la pandemia un evento masivo, cuya organización involucrará al Arzobispado de Salta, el Gobierno de la provincia y también la Municipalidad de Salta.
Aunque lógicamente no tendrá la participación de los cientos de miles de fieles que se congregaban habitualmente, sí se espera un bueno número de salteños ocupando los lugares habilitados para poder ver pasar las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, ya que la procesión solo la harán unas cuantas personas cercana al clero.
Las autoridades provinciales y municipales, que generalmente caminaban inmediatamente detrás de ambas imágenes, en esta oportunidad solo serán parte del Pacto de Fidelidad en el Monumento 20 de Febrero, en donde se montarán tribunas, para unas 400 personas aproximadamente, más el palco oficial.
A partir de las 15 comenzará la celebración con la salida de la Cruz primitiva, luego lo hará la Virgen de las Lágrimas, minutos después será el turno de la Virgen del Milagro y cerca de las 16 saldrá el Señor del Milagro.
El trayecto será el mismo de los últimos años, arrancando desde la Catedral Basílica, y tomando por España en contramano- Zuviría- Avenida Belgrano- Avenida Sarmiento- Rotonda Monumento 20 de Febrero. El itinerario será el mismo para las cuatro imágenes en un solo pulmón de seguridad acompañada solamente por sacerdotes, servidores y representantes del clero.
Los fieles podrán ubicarse en las veredas del recorrido, aunque solo se permitirá un máximo de 150 personas por cada cuadra. Para procurar que se cumplan las disposiciones de seguridad e higiene dispuesta, se asignaron unos 6000 efectivos de la policía.
Se estima que las imágenes estarán retornando a la Catedral cerca de las 20, dando por finalizada la festividad que comenzó en agosto con la entronización de las imágenes, pero que alcanza su punto cúlmine a partir del 6 de septiembre con el inicio de la novena.
El año pasado la celebración fue suspendida, a pesar de las diferentes variantes que propusieron desde el Arzobispado, pero en septiembre del 2020 la situación sanitaria atravesaba un momento delicado que derivó en que se dispusiese a los pocos días un nuevo aislamiento para evitar el colapso del sistema sanitario.
Este año, con una situación más calma, y dos elecciones realizadas, la Iglesia pudo adaptar la masiva convocatoria, aunque queda la incógnita de lo que sucederá hoy, ya que a pesar de los pedidos para seguir la procesión por los medios de comunicación o las redes sociales, se espera una nutrida concurrencia para acompañar el paso de las imágenes.
Un antecedente de alerta es que si bien desde el Arzobispado pidieron que no se realicen las tradicionales peregrinaciones desde el interior, fueron varios los contingentes que igual se aventuraron a caminar o en bicicletas para honrar a los patronos salteños.
La devoción surgió en 1692, en medio de una serie de terremotos que asolaron a la ciudad de Salta, y que destruyeron la ciudad de Esteco, ubicada a unos 60 kilómetros de la capital. Mientras el pánico invadía a los salteños, el sacerdote José Carrión dijo sentir una voz que le decía que los temblores cesarían si sacaban en procesión la imagen de un Cristo olvidado en un ala marginal de la Catedral, que en ese entonces se encontraba en la esquina de Caseros y Mitre.
Los fieles cumplieron con ese pedido y la tierra dejó de temblar, dando origen a una procesión que desde entonces anualmente se repite y que con el tiempo se fue masificando, convocando personas, inclusive de otras provincias, que colman durante esos días la ciudad.
Imágenes peregrinas
Como una manera de integrar a toda la feligresía en la festividad y que no vayan al centro en el momento de la procesión, el Arzobispado dispuso sacar las imágenes peregrinas que recorrerán 58 kilómetros por la ciudad, montada en vehículos, con el objetivo de que los vecinos puedan saludarlas a su paso.
Si bien se planteó la posibilidad de hacerlas con las imágenes originales, se descartó rápidamente esta idea por su fragilidad, y la dificultad que representaba adaptar un vehículo para llevarlas con el menor riesgo posible.
Es por ello que se harán con esas réplicas de menor tamaño, que justamente fueron pensadas para este tipo de actividades.
El recorrido se estima durará unas tres horas, porque si bien se hará sin detenciones, será mínima la velocidad en la que circularán los vehículos. Para ello se dispuso un importante operativo de tránsito a fin de agilizar el recorrido.
Un país que se desangra por la grieta
Así como el lunes el obispo Scozzina sentó postura condenando el caso de Tartagal en el que se aplicó la Interrupción Legal del Embarazo, en el segundo día del Triduo del Milagro, el obispo de Concepción, José Díaz, se refirió a la grieta, el término que define a la política desde hace unos años en el país.
La misa era por la exaltación de la Cruz, y en ese marco Díaz expresó que "El amor tiene como corona la capacidad de perdonar. Quien perdona es porque ama mucho y solamente en el perdón podremos volver a encontrarnos entre nosotros como hermanos, por eso la Iglesia necesita ser un vivo testimonio de comunión para un país que se desangra, para una sociedad que le gusta el enfrentamiento, la grieta más que la comunión, más que el encuentro fraterno”.
Llamativamente estas palabras se dan tan solo dos días después de las elecciones PASO y de las que aún resuenan las repercusiones: “Disfrutamos más de ver la derrota del otro que de haber alcanzado el logro, el triunfo del amor que reina de la comunión entre nosotros. Por eso necesitamos aprender de la Cruz, que es la escuela del amor, es la escuela de la fraternidad, de la solidaridad, de la misión, del dar la vida, del morir a nosotros mismos para poder comunicar la vida de Dios a los hermanos”.
El mundo ha vivido equivocado
Como el título del cuento de Roberto Fontanarrosa, en un momento de la homilía, Díaz intentó una especie de autocrítica para la Iglesia, pero que en definitiva terminó resultando ser para la sociedad.
El religioso comenzó indicando que la Iglesia no debe renunciar a ser maestra, “pero sobre todo tiene que recuperar su actitud de aprendizaje en un tiempo tan difícil en donde se nos han cambiado por parámetros y tendremos que volver a pensar con qué términos, con que actitud tendremos que salir al encuentro de un mundo que ha cambiado mucho y está cambiando aceleradamente”.
Hasta ahí podría interpretarse como una reflexión sobre como le cuesta llegar a la Iglesia a los fieles, especialmente los jóvenes, que no logran conmoverse con el mensaje y los modos de trasmitirlos que tiene la institución.
Pero inmediatamente Díaz, lejos de asumirlo como un defecto propio, revirtió la situación y se la adjudicó a una sociedad que está confundida, y retomando la idea de salir al encuentro del mundo que ha cambiado señaló: “Eso también es un gesto de caridad, un gesto de solidaridad con una sociedad confundida que no tiene parámetros objetivos, sino que está ligado a subjetivismo que genera cada vez mayor confusión. Como un acto de amor tendremos que enseñar desde la proximidad y desde el diálogo”.
El triduo finalizará hoy por la mañana, con una misa de la que se espera participe el gobernador de la provincia, y demás autoridades.