La utilización de la capacidad instalada de la industria subió en julio al 64,1 por ciento, frente al 56,8 por ciento de igual mes del año pasado, según informó este miércoles el Indec. El aumento está en sintonía con la recuperación que tuvo la actividad manufacturera ese mismo mes al crecer 13 por ciento interanual.
Los bloques sectoriales que presentan niveles de utilización de la capacidad instalada superiores promedio fueron industrias metálicas básicas (81 por ciento), papel y cartón (77,7), productos minerales no metálicos, vinculados a la construcción (77,2), refinación del petróleo (72,1) y sustancias y productos químicos (70,2 por ciento).
En el caso de las industrias metálicas básicas, la utilización de la capacidad instalada trepó en un año de 61 a 81 por ciento. Esa mejora estuvo originada principalmente en la mayor elaboración de acero crudo. Según datos de la Cámara Argentina del Acero, en ese período se observó un incremento interanual de 32,2 por ciento.
Entre los sectores que subieron por encima del promedio Indec también destacó los productos minerales no metálicos que en un año pasaron de 67,5 a 77,2 por ciento de utilización de la capacidad instalada, como consecuencia principalmente de la mayor elaboración de cemento, artefactos sanitarios, placas de yeso, ladrillos y mosaicos.
Los bloques que se ubicaron debajo del promedio fueron Alimentos y bebidas (62,2 por ciento), Textiles (58,4), Edición e impresión (56,5), Productos del tabaco (55,7), Metalmecánica (54,8), Productos de caucho y plástico (52,4) y la Industria automotriz (41,1 por ciento).
Entre los sectores que quedaron por debajo del promedio, Indec destacó la evolución de la industria metalmecánica que trepó en un año de 44,6 a 54,8 por ciento, por la mayor producción de maquinaria agropecuaria y aparatos de uso doméstico.
A su vez, la industria automotriz mostró un nivel de utilización de la capacidad instalada de 41,1 por ciento, superior al de julio de 2020 (29,8 por ciento), debido a la mayor cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices.
Por su parte, los productos alimenticios y bebidas exhibieron un nivel de utilización de la capacidad instalada de 62,2 por ciento, vinculado principalmente al mayor nivel de molienda de oleaginosas, como así también al incremento de la producción de la industria láctea, a la mayor elaboración de productos de confitería y chocolate y al incremento en el nivel de utilización de las plantas de aguas y gaseosas.