Las calles de Montevideo plebiscitaron el año y medio de gobierno de Luis Lacalle Pou. Un paro con movilización – el tercero contra la coalición que lidera el presidente – se hizo sentir este miércoles en la capital. Lo convocó la central de trabajadores PIT-CNT con el conflicto de fondo que plantea la Ley de Urgente Consideración (LUC), “el buque insignia” del Poder Ejecutivo como le dijo a PáginaI12 el diputado oficialista Pedro Jisdonian. Desde el palco que se levantó en la esquina de la avenida del Libertador Brigadier Antonio Lavalleja y La Paz, el secretario general de la organización sindical, Marcelo Abdala, citó a otro prócer uruguayo, José Gervasio Artigas, para sintetizar la consigna del acto: “Para que los más infelices sean los más privilegiados”.
La tradicional vía de comunicación que se topa con el Palacio Legislativo en el cruce con avenida de la Leyes, se colmó de gente movilizada alrededor del mediodía. Miles de trabajadores pararon, se concentraron y escucharon a los oradores de una jornada que Lacalle Pou definió como “política”. Fernando Pereira, el presidente del PIT-CNT le respondió: “Sí, es política, es contra la política de trabajo, contra la política salarial, contra la política impulsada en la LUC”. La multitud se confundió con un centenar de jinetes que llegó desde el interior y que volvió a citar al protector de los pueblos libres: “Como decía Artigas, a pata de pingo”. Protestaban contra una decisión del gobierno que prevé utilizar fondos destinados al Instituto Nacional de Colonización (INC) para transferírselos a un fideicomiso que busca erradicar los asentamientos. La marcha a caballo fue convocada por la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra).
Lacalle Pou desde Expo Prado
El campo y la ciudad se unieron contra las medidas del gobierno que asumió el 1º de marzo de 2020. El presidente hizo declaraciones desde Expo Prado, una exposición semejante a la que se hace en la Rural de Palermo: “Estuve leyendo las arengas o las plataformas del paro del PIT-CNT. Están en todo su derecho. Simplemente Uruguay necesita trabajar más, necesita esforzarse, estamos saliendo de una pandemia. Este es un paro claramente político”. Lacalle Pou también dijo que se hizo contra la LUC.
El diputado del Frente Amplio Gabriel Otero, consultado en su despacho del Congreso por este diario, comentó: “La LUC, aunque no es la primera vez que se aprueba en el país, toca a 35 o 40 leyes más, como si fuera una columna vertebral. Es muy ideológica y tiende a derechizar aspectos cotidianos de nuestra vida, y, ergo, derechiza a la sociedad. Porque plantearse en Uruguay después de cien años el derecho de huelga, el reconocimiento de los sindicatos, que las movilizaciones y los piquetes, todo aquello que los trabajadores en un conflicto hacen, sean declarados ilegales, es un paso que va contra todas las libertades sindicales. Y pongo un ejemplo: en quince años de gobierno del Frente Amplio, nacieron unos cuatrocientos gremios nuevos y de 130 a 140 mil trabajadores afiliados a nuestra única central, pasamos a 400 mil. Esa fue una política de Estado. La LUC es todo lo contrario. Vino a plantar agenda, algo que la derecha siempre hace más rápido que la izquierda”.
El diputado Jisdonian del Partido Nacional piensa muy distinto: “Esta ley fue planteada en la campaña electoral. Se le modificaron más de 270 artículos y el mecanismo constitucional de la LUC también fue utilizado en el pasado por el Frente Amplio. Nosotros buscamos con ella darle dinámica al gobierno, y no hay un punto en la ley que pueda sorprender a nadie. Su primer borrador es de enero de 2020, no se votó de un día para el otro. El Frente Amplio venía muy herido de la derrota en las urnas e instaló este tema con la junta de firmas para el referéndum. Nadie quiere que la gente esté mal, todos buscamos lo mismo”. Otero y Jisdonian integran la misma comisión de Legislación del Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja.
A unas diez cuadras de donde funciona el Anexo del Palacio Legislativo, subido al palco, Abdala se entusiasmó con la capacidad de movilización del PIT-CNT: “Vamos a tener que agrandar Avenida del Libertador porque nos queda chica”. Y pidió que la crisis “no la paguen los trabajadores”. Los problemas sociales de Uruguay se perciben en las barriadas humildes de Montevideo y también en las calles del centro. Hay demasiada gente en condición de calle o que pide dinero sobre la avenida 18 de Julio o en la Ciudad Vieja. Lacalle Pou describía en Expo Prado una realidad diferente. Mencionó que durante su gobierno bajó la cantidad de uruguayos que cobra el seguro de paro. Y la comparó con el antecedente inmediato del último gobierno del Frente: “Había más de 47 mil uruguayos en seguro de paro y la pandemia la llevó a cien y largos. Hoy estamos con 38 mil uruguayos en seguro de paro, menos que cuando asumimos”.
Para la oposición movilizada esas cifras no se compadecen con la realidad. Ni tampoco con el cartel que levantaba un manifestante: “Estoy pasando hambre”, decía. Mientras desde el palco bajaban los acordes de la Internacional y el himno uruguayo, una imagen bien campechana completaba la cívica jornada. El expresidente Pepe Mujica y su esposa, la senadora Lucía Topolansky, seguían el acto sentados en unas sillas plegables.
La avenida del Libertador hacia el Palacio Legislativo que se levanta en el barrio de La Aguada se había transformado en un mosaico multicolor y a la vez compacto. Las imágenes de Mario Benedetti, Juana de Ibarbourou y Alfredo Zitarrosa observaban desde un mural cercano al Congreso pintado sobre la plaza Plaza Michelini – Gutiérrez Ruiz. Ese espacio público remodelado homenajea a los dos legisladores uruguayos asesinados en Buenos Aires en 1976 en el marco del Plan Cóndor. Forma parte de un corredor cultural que rodeó a la movilización, la más importante en una década que convocó la central de trabajadores uruguaya.
Las firmas para el referéndum
Las tensiones sociales en Uruguay van en aumento. La LUC es un parteaguas que terminará su recorrido en los primeros meses de 2022. Los nueve miembros de la Corte Electoral están analizando las 796.526 firmas que juntaron la oposición y distintas expresiones de la sociedad para someter la ley a un referéndum. Una encuesta de la consultora Cifra sostiene que la LUC es apoyada por un 44 % de la población, el 34 % la rechaza y un 22% se mantiene indeciso. Una semana antes la misma empresa había difundido que la aprobación de Lacalle Pou como presidente bajó diez puntos en un año. “Los juicios sobre la gestión se deterioran, lenta pero sistemáticamente, desde julio de 2020”, dice el estudio.