Vaya partidazo animaron este miércoles por la noche Newell's y River en el Coloso Marcelo Bielsa, con goleada 4-1 de la visita para quedar tercera en la Liga Profesional, a dos unidades de los líderes Talleres y Lanús (23 puntos). Los rosarinos, con 12 y en crisis.
La previa no dejaba mucho misterio sobre lo que podría suceder dado los presentes de uno y otro equipo. El local, con una seguidilla de cinco partidos sin ganar (tres derrotas) y en medio de un clima electoral interno que incluye balaceras, y la visita, con cinco sin perder (tres victorias) y el regreso de todos sus célebres seleccionados tras la triple fecha de Eliminatorias.
Y no tardó en desperezarse el equipo de Gallardo. A los 5 minutos encontró el 1-0 gracias, principalmente, a un Julián Alvarez que probó -una vez más- estar en un nivel superior que el resto. River convirtió un recupero defensivo en una clara situación de ataque con tan sólo unos toques: Enzo Pérez ubicó a Alvarez, quien dominó de manera espectacular y, en el mismo movimiento, desairó a Cristian Lema. Mientras avanzaba el delantero, Bruno Zuculini mandó la diagonal, se llevó unas marcas y liberó al uruguayo Nicolás De la Cruz, quien la cruzó para abrir el marcador.
Lejos de apichonarse, Newell's se hizo dueño del encuentro. Ignacio Scocco estaba en modo mágico y cada pelota que tocaba justificaba la entrada que nadie pagó en este fútbol de puertas cerradas.
El festejo del delantero de mechón canoso no era una cuestión de si llegaría, sino de cuándo. Descartado por River hace un año, el goleador se encargó de corroborar la ley del ex a los 35 minutos con un gran remate cruzado y rasante desde afuera del área para vencer la protocolar estirada de Armani, en una jugada que se originó con una inocente pelota perdida por la visita en un lateral en campo propio.
Scocco jugó con la impunidad de saberse mejor, combinada con la libertad (en materia de obligaciones defensivas) que le otorga su historia leprosa, la cinta de capitán y el esquema de Gamboa, que lo rodea de varios ligeritos incansables como Sordo, Castro y Comba. Pero en el segundo tiempo esa impunidad se tradujo en displicencia cuando el goleador fue habilitado de gran manera por Castro y quedó cara a cara con Armani. Claro que el atacante ni cruzó miradas con el uno ya que definió de primera y "no look" para mandarla afuera.
Y eso fue lo último que se supo de Newell's. De allí en más fue tiempo de continuar con el show de Alvarez. A los 61, el de casaca número 9 se topó con un feo bombazo de Angileri en la puerta del área, lo desactivó como un especialista de alguna película de guerra y de zurda puso el 2-1. Diez minutos después, se disfrazó de pared para un gran gol del colombiano Carrascal y, al rato, puso el 4-1 tras pase del ingresado Palavecino. Dos tantos, dos asistencias y una noche de ensueño para el campeón de la Copa América... Y de pesadilla para Lema, su marca, y las buenas intenciones de Newell's.