El Juzgado Civil y Comercial de Procesos Ejecutivos de segunda nominación de Salta ordenó un embargo de $56.340 más otros $28.170 en concepto de accesorias legales contra el ambientalista Eric Zamora y otro joven, por haber sacado tres peces del río Dorado para comer el 11 de julio del año pasado, en el departamento Anta.
La demanda comenzó con un sumario realizado por la Secretaría de Ambiente de la provincia, a cargo de Alejandro Aldazábal, que a su vez depende del Ministerio de Ambiente y Producción Sustentable, cuyo titular es el empresario del agro Martín de Los Ríos.
Desde esa Secretaría de Ambiente se informó a Salta/12 que el caso pasó a la Fiscalía de Estado y se recordó que "la infracción" se cometió el año pasado, en julio, "cuando había prohibición absoluta de pesca, eran cuatro personas que no tenían carnet de pesca, se les encontró en posesión de especies ictícolas prohibidas, dorados y sábalos". También señalaron que Zamora "no puede pescar" por "supervivencia" porque ese permiso solo lo otorgan a integrantes de comunidades indígenas. Además, se insistió que "para pescar necesita carnet" y solo puede hacerlo en el período en que la actividad esté permitida.
El juez de paz Roque Jacinto Britos, que ante la consulta de Salta/12 dijo que no podía dar información del tema, fue en el atardecer del martes último a intentar retirar el dinero embargado en efectivo o realizar un embargo en la casa del padre de Zamora, pero no ejecutó la disposición porque el poblador manifestó que su hijo no tenía nada en el lugar a su nombre. La orden solo se libró para Zamora y para el otro joven que se encontraba con él en julio del año pasado cuando ambos fueron demorados 7 horas por la policía por la pesca de tres peces.
"Me parece que está muy mal que se multe a la gente de la zona que hace uso sustentable de los recursos naturales. La gente se alimenta de la pesca y de la caza. Vienen haciendo uso ancestralmente para el abastecimiento de su dieta. En los últimos años es impresionante la cantidad de gente que está siendo estigmatizada o criminalizada. Entiendo que hay especies que están en peligro de extinción pero no se ha llegado a esta situación por la gente nativa de acá sino por el avance de este modelo agroindustrial que solamente está priorizando su ganancia y a la vez es el responsable del exterminio de la flora y la fauna", manifestó Zamora.
"Después de más de 15 años del avance de la frontera agroindustrial es absurdo que se criminalice a la gente que ancestralmente realiza estas prácticas para abastecer a su familia de alimentos", añadió ante Salta/12.
El 11 de julio del año pasado, el instructor de pesca Alejandro Haro llamó a la Policía cuando vio a los dos jóvenes pescando, entonces se desató el procedimiento en el que terminaron demorados. Mientras Zamora y su compañero terminaron con procesos judiciales en su contra, llamativamente Haro promociona la pesca deportiva y figura como "Río Dorado Exclusive Operator" en la página "Juramento Fly Fishing", dirigida a turistas sobre todo extranjeros. Según indicó Zamora, las actividades de pesca deportiva además se desarrollan en los ríos Dorado, Seco, del Valle y Juramento.
Zamora contó que aquel día estaban acampando a unos 70 kilómetros de su localidad después de haber recorrido el trayecto de 10 horas en motocicleta y parte a pie, "por lo que estábamos cansados comiendo un pescado". El joven explicó que los efectivos policiales les informaron que habían violado la prohibición de la pesca. "Les dijimos que nuestro objetivo no era realizar una pesca furtiva, sino conocer el paisaje río arriba. Es el mismo río en el que pescamos ancestralmente los habitantes de la zona. Nos obligaron a volvernos, previo a eso nos quitaron un pescado asado y lo tiraron", manifestó.
El joven viene realizando denuncias públicas y formales contra empresas de la zona por contaminación ambiental, sin embargo, consideró que no hubo celeridad para multarlas o sancionarlas de parte de la Secretaría de Ambiente. Zamora realizó demandas contra un finquero que tiene campos de soja y fumigaba al lado de su casa familiar en Río del Valle. Además, denunció a la empresa fumigadora porque tenía un galpón en el pueblo y pasaba con las máquinas por sus calles luego de realizar tareas de fumigación. La última denuncia del joven fue contra la planta recicladora de envases de agroquímicos Terramaq que tiene un basural a cielo abierto y al lado del río del Valle.