Un estudio publicado en la revista Science confirmó que la inmunidad que genera la vacuna de Moderna contra el coronavirus dura, al menos, seis meses y no sería necesaria una dosis de refuerzo.
Según la investigación realizada por científicos de la Universidad de La Jolla, en California, Estados Unidos, la memoria del sistema inmunitario se mantiene fuerte en ese periodo, incluso con una dosis baja del fármaco de Moderna, y es similar a la respuesta de las personas que se han recuperado de la enfermedad.
Daniela Weiskopf, una de las autoras de la investigación, aseguró que es “fundamental porque es cuando se forma la verdadera memoria inmunológica”.
Memoria inmunitaria
La vacuna de Moderna (ARNm-1273) provocó una fuerte respuesta de linfocitos T CD4+ y CD8+, así como de los anticuerpos durante “al menos seis meses” después de que los participantes del ensayo tuvieran la pauta completa, aunque estiman que la respuesta inmunitaria puede durar más tiempo.
Esa memoria inmunitaria, señalaron los investigadores, se generó en todos los grupos etarios, incluso entre adultos mayores de 70 años, considerados población de riesgo en la pandemia.
Shane Crotty, otra de las autoras del estudio, afirmó que “era impresionante” que la memoria inmunitaria fuera estable. “Es un buen indicador de la durabilidad de las vacunas de ARN mensajero”, señaló.
La investigación
En el estudio, los investigadores compararon a pacientes recuperados de covid-19 con participantes de la Fase 1 del ensayo clínico de la vacuna de Moderna que recibieron dosis de 25 microgramos.
El objetivo era ver si con una cuarta parte de la dosis era posible inducir alguna respuesta inmunitaria, para lo que contaron con muestras de los participantes del ensayo que tenían los dos pinchazos con esa cantidad menor, recibidos con 28 días de diferencia, explicó José Mateus Triviño, autor principal de la investigación.
Aunque todavía los científicos no pudieron determinar si la dosis de 25 microgramos es tan efectiva como la estándar de 100 microgramos -la que se aplica actualmente-, el estudio muestra que la respuesta de las células T y de los anticuerpos sigue siendo fuerte.
La vacuna de Moderna estimula una respuesta inmunitaria adaptativa a la proteína spike del coronavirus -la que utiliza para entrar en las células-, que es “casi idéntica” a la del sistema inmunitario ante una infección natural de coronavirus.
Las respuestas de las células T
La investigación también muestra el poder de las células T de “reacción cruzada”, claves para resolver la infección del virus.
Los científicos de la Universidad de La Jolla ya había demostrado el año pasado que las células T de las personas que se habían recuperado de los coronavirus del resfriado común podían responder al SARS-CoV-2, pero no se sabía si esta reactividad cruzada podía proteger contra el COVID-19.
En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron que las personas con células T de reacción cruzada tenían respuestas de células T CD4+ y de anticuerpos “significativamente más fuertes” a ambas dosis de la vacuna.
Los científicos, además, observaron la respuesta que la vacuna de Moderna genera en las células T CD8+. “Sabemos que las personas infectadas y recuperadas de forma natural desarrollan excelentes respuestas de células T CD8+ contra el SARS-CoV”, destacó Mateus Triviño.
El estudio muestra una fuerte respuesta de las células T CD8+ a la vacuna Moderna de baja dosis, similar a la que tiene un paciente que lucha contra la infección de forma natural.