El ministro de Salud francés, Olivier Véran informó que cerca de 3 mil empleados de centros sanitarios que se negaron a recibir la vacuna contra el coronavirus fueron suspendidos. A partir de este miércoles, en Francia es obligatorio que los trabajadores de la salud estén inmunizados. Mientras tanto, siguen las manifestaciones antivacunas.
En una entrevista con la emisora RTL, Véran aseguró que muchas de esas suspensiones “son solo temporales” hasta que las personas decidan vacunarse y que representa un porcentaje muy pequeño de quienes trabajan en el sistema de salud, en especial en contacto con población de riesgo.
Además de las suspensiones, el ministro señaló que hubo “decenas de renuncias” de trabajadores de la salud antivacunas, pero remarcó que esto no afectará la atención de los pacientes.
El Gobierno francés aprobó a través de una ley la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus y que desde el 15 de septiembre, quienes trabajan en el sistema de salud deben demostrar que recibieron al menos una dosis y tener la pauta completa antes del 15 de octubre.
Al terminar la semana pasada, casi el 95 por ciento de los médicos tenían al menos una dosis, mientras que en el personal de las residencias el porcentaje es de casi el 90 por ciento
Asimismo, Véran convocó a la población que suele vacunarse contra la gripe -entre 17 y 18 millones de habitantes por año- se anote para recibir una tercera dosis de la vacuna contra la covid-19. El ministro advirtió que “esta tercera dosis es necesaria” porque esas personas tienen un sistema inmunitario más vulnerable.
Marchas en contra
Desde que el presidente Emmanuel Macron anunció la implementación del pase sanitario para ingresar a establecimientos, se desataron en todo el país movilizaciones antivacunas. Pero con el correr de las semanas comenzó a mermar la cantidad de manifestantes.
Según los datos del Ministerio del Interior, el 4 de septiembre hubo 141.000 personas en los cortejos, después de los 165.000 contabilizados el 28 de agosto, 175.000 siete días antes y 215.000 el 14 de agosto.
A partir del anuncio de Macron, no solo creció la imagen del presidente en las encuestas, sino que también aumentó la cantidad de gente que se anotó para recibir la vacuna.