Uno de los párrafos de la extensa carta que Cristina Kirchner publicó esta tarde alude a su propuesta de sumar al gobernador de Tucumán, Juan Manzur, como jefe de Gabinete. Cuando explica las razones de su opción, frente a la supuesta distancia con el Gobernador tucumano que le adjudicaban los medios, destaca que "sé que sorprenderá mi propuesta, es de público y notorio las diferencias ya superadas que he tenido con quien fuera mi Ministro de Salud desde el año 2009, cuando debí remover a quien entonces era mi Ministra de Salud por el fracaso en el abordaje de la pandemia de la gripe A (H1N1)".
La aludida es la hoy diputada nacional Graciela Ocaña, y nuevamente candidata en estas elecciones, que milita en Juntos por el Cambio y que, antes de jurar el 10 de diciembre de 2007 como ministra de Salud, había estado al frente del PAMI durante la presidencia de Néstor Kirchner. Durante la gestión en Salud, el mayor desafío que enfrentó Ocaña fue en 2009. Vale recordar que la elección de ese año se había adelantado de octubre a junio y, en las semanas de campaña, el mundo se vio sacudido por la llamada gripe A, que se había iniciado en enero de ese año. La ministra creyó que con el cierre de las fronteras con México -epicentro de la pandemia- era posible evitar los contagios. La enfermedad igual ingresó y se expandió primero en el norte del Gran Buenos Aires y luego hacia el interior del país.
Las mayores críticas vinieron por su escasa reacción, una vez que hubo circulación comunitaria. Jimena López, diputada por el Frente de Todos, recordó que, en ese entonces, la por entonces conductora de la cartera de Salud "decidió no fortalecer el sistema de salud", ignorando, por ejemplo, la necesidad de impulsar la compra de respiradores. "Luego fue Manzur el que los compró -aproximadamente 750 unidades-. Ocaña solo había apostado por el medicamento como respuesta", comentó.
A aquella pandemia se superpuso un brote de dengue cuyo manejo también derivó en críticas a la gestión de Ocaña. Un informe de la Fundación Soberanía Sanitaria muestra que la administración de Ocaña había registrado en el verano de 2009 alrededor de 22 mil casos. El estudio revela que esa epidemia de dengue solo fue superada en 2016, durante la gestión de Cambiemos, cuando se alcanzaron más de 45 mil casos y un desmantelamiento de la Dirección Nacional de Control de Vectores.
Desmentidas
En 2011, Ocaña, que entonces estaba cercana a Francisco de Narváez y aspiraba a ingresar al Congreso como diputada bajo el ala del empresario en la campaña, afirmó que, en sus tiempos de ministra, Cristina Fernández le había pedido por Juan José Zanola. El líder sindical bancario estaba preso por la causa conocida como "mafia de los medicamentos", que además lo llevó a perder el control de su gremio.
“Ocaña, que siempre sostuvo que nadie la condicionó, ahora quiere tapar su fracaso con la gripe A y el dengue mintiendo sobre la presidenta”, dijo en ese momento (agosto de 2011) Juan Manuel Abal Medina, entonces secretario de Comunicación Política. “¡Mentira! Me consta que jamás habló sobre ese tema con CFK. ¿Justo a una semana de las elecciones se acordó de un pedido que nunca existió?”, dijo a su vez Aníbal Fernández, jefe de Gabinete de la época. Los propios ex socios de Ocaña en el ARI, el partido de Elisa Carrió que integrara antes de pasarse el kirchnerismo, restaron credibilidad a esos dichos.
En ese entonces había salido a la calle el libro La Presidenta, de Sandra Russo. Allí, Cristina consideró que Ocaña en Salud y Martín Lousteau en Economía habían sido dos designaciones erradas. “Yo me hago cargo de las designaciones, pero en los dos casos hubo impericia. No pongo en absoluto en duda su honestidad ni mi crítica alcanza a sus personas, pero fueron errores", dijo CFK. Sobre el caso específico de Ocaña, aseguró que "el manejo de Ocaña de la gripe A y el dengue fueron... No puede haber alguien al frente del Ministerio de Salud que no sea médico. Y ella me lo reconoció. Me pareció muy lúcida cuando se fue, reconoció que yo me equivoqué al designarla y ella al aceptar.”