Aunque Pappo probablemente no lo entendería, Oliverio Sofía y Baunder sí se buscaron un laburo honesto. Es que ambos son DJs reconocidos, pero además son productores y músicos de la escena electrónica. Y como Soundexile, su nombre como tándem, llevan publicados más de un centenar de temas, remixes y producciones. Claro que en todos ellos aparecen al lado del emblema argentino de esa escena: Hernán Cattáneo. De hecho, los tres trabajan juntos desde hace quince años, compartieron bandejas en numerosos sitios alrededor del planeta, y hace tres años estuvieron generando música electrónica en vivo nada menos que sobre el escenario del Teatro Colón. Es experiencia live, que quedó plasmada en un documental que puede verse en Netflix, tendrá algunos puntos de contacto con Future Memories, el espectáculo que Cattáneo + Soundexile presentarán los días 18, 19 (ambos con entradas agotadas), 23 y 24 de septiembre en el Gran Rex (Corrientes 857).

Como buena historia del siglo XXI, la de Soundexile empieza con un contacto virtual: Oliverio y Baunder vivían en sendas ciudades españolas en 2003, cuando el primero le propuso al segundo sacar un tema en el sello que compartía con su hermano. El contacto siguió con tracks de uno que terminaba el otro, pero siempre sin verse las caras, ya que en ese momento Skype no tenía video. Ambos regresaron a la Argentina en 2006, justo a tiempo para la Creamfields de ese año. "Estaba poniendo música y de repente viene un pibe y me dice '¿Qué hacés, cómo va? ¿Me prestás el teléfono que me quedé sin batería?' -recuerda Sofía entre risas-. Y yo lo miré y pensé: '¿Quién es este insolente que de la nada viene a pedirme el teléfono?'. Hasta que alguno me dijo: 'Boludo, es Baunder'. Ahí nos dimos un abrazo. Y al lunes siguiente él ya estaba en mi departamento... A la Creamfields siguiente ya tocamos como Soundexile, no separados, y Hernán ya ponía un montón de temas nuestros, la gente ya nos conocía".

Para ese momento, ambos cargaban pergaminos dentro de la escena. Oliverio había hecho la música del primer videojuego argentino, facturado varios trabajos de diseño de sonido, y sido residente de la discoteca Pachá con Cattáneo y Carlos Alfonsín. "Siempre tuve claro que quería hacer música pero por computadora. Mi vieja es concertista de piano y cada vez que le decía que quería estudiar música, me mandaba al piano. Estudié, pero siempre me faltaba algo. En mi casa había discos de Herbie Hancock y un día lo vi tocando 'Rock It' en una entrega de los Grammy, y pensé: 'Bueno, acá hay alguien que toca el piano como la puta madre, en mi casa lo respetan y quieren, pero está rodeado de robots y de máquinas. Eso puedo ser yo'. Además, empecé a ir a Cinema de muy chico, a los 15 o 16 años, cuando recién inauguraba, y ahí conocí a Hernán y nos hicimos amigos, tratábamos de hacer música electrónica juntos".

Fan de The Cure y "cosas oscuritas", Baunder no conocía la música electrónica hasta que cayó en sus manos un cassette en el que los tracks estaban mezclados. "Nunca había escuchado que se sumaran las baterías de un tema con las del otro y quedara bien. Eso me abrió la cabeza y dije: 'quiero hacer esto'. A partir de ahí empecé a comprar discos y cuando me empezó a gustar la electrónica en modo DJ, pensé en cómo sería empezar a producir esa música. En la Argentina no había información, así que había que comprar revistas viejas e informarte. Así compré mi primera maquinita, a la que le saqué el jugo hasta que más no pudo, y después de haber pagado las 12 cuotas compré la segunda maquinita, bien argentino... Y no paré más".

Con los dos en Buenos Aires, Soundexile se formó de inmediato. Y también de inmediato comenzó el trabajo con Cattáneo, que abrió la Cream Arena en 2007 con un track hecho a seis manos. "Nos pidió que modificáramos un tema que habíamos hecho, 'Drinking the Truth', porque le encantaba la melodía pero necesitaba ciertas cosas específicas para abrir el set", explica Oliverio. "A partir de ahí, empezamos a producir música juntos. Yo ya había mezclado su primer disco en el 98 y habíamos hecho un par de temas, pero desde ese momento empezó a ser full colaboración: van más de quince años que no hacemos temas solos e hicimos más de cien releases entre los tres: remixes, temas propios, todos los discos que hacía él... Y está muy bueno porque son todos trabajos diferentes. Hernán por ahí tiene un disco en la cabeza, pero quizá falta un tema que sea de determinada manera o con una melodía a medida para ese momento, y así lo hacemos. Después lo sacamos como single, pero en realidad fue para cubrir un momento específico del set".

Precisamente, los temas nuevos están entre las particularidades que tendrá Future Memories, al margen de que rehicieron todos los demás tracks que sonarán en el Gran Rex. "Es un desafío remixarte a vos mismo, pero está buenísimo", asegura Baunder, y Oliverio completa: "Hay temas de 2008 que armónica y melódicamente son iguales, pero el sonido y los instrumentos son 2022". También en esta ocasión habrá invitados, con la particularidad de que los tres son DJs y musicos: Paula Os cantará, Folgar tocará la batería y Mariano Mellino el hand drum. "Es muy argentino eso de que sos una cosa o la otra, pero podés hacer música y podés ser DJ también. Entonces, también la búsqueda fue por ese lado, más allá que nos llevamos bárbaro con los tres", dice Sofía. Y su compañero amplía el concepto: "Tener a estos invitados nos permite sumar elementos un poquito también externo a lo que es lo conocido de la música electrónica. Está buenísimo que de repente en ciertos temas haya un baterista, como puede pasar si hoy vas a ver Depeche Mode o cualquier banda: aparte de las secuencias, tiene un baterista en vivo que suma otras cosas".

Para Cattáneo y Soundexile, esta será la segunda experiencia de un show en vivo, después de la del Colón. "Era algo que teníamos pendiente", confiesa Oliverio. "Preparar esto sin pandemia hubiese sido bastante difícil porque Hernán tenía 150, 160 shows por año. Es dificilísimo bajarse de ese tren y decir: 'Bueno, durante cuatro meses no hago nada y me dedico solamente a esto'. Siempre pensábamos en qué bueno sería poder hacer los temas en vivo, era un tema de conversación, pero nunca podía suceder. Mientras tanto, muchísimas veces nos íbamos de gira con él como DJs, también. Pero cuando vino la pandemia, de la misma manera en que escribió un libro, nos dijo: 'Bueno, ahora es momento del show en vivo, ya que tenemos tiempo'".

Y entonces, en la charla llega el momento de explicar que sí, que van a tocar en vivo en lugar de poner discos. "Cada uno sabe qué rol ocupa en vivo, que es muy diferente al que ocupa en un estudio", arranca Oliverio. "Hernán es como un director de orquesta y aparte toca en vivo cosas. Está con todo el mixer, él es el dueño de todo lo que suena. Baunder está más con su modulares y demás, yo estoy más con el hilado de todo el proyecto con una mezcla fina, con efectos y demás, y algún que otro teclado. Vamos a hacer un show donde el sonido es espectacular, es ultra hi-fi, pero con un volumen tremendo, entonces cualquier mínimo error se escucha a morir, por eso estamos ensayando como locos. Es como una audición de lujo ésta".

De lo que Baunder y Oliverio no quieren saber nada es de poner en la caja del progressive house lo que harán en el Gran Rex, por más que Cattáneo sea un icono de ese subgénero de la electrónica. "Siempre hemos tratado de ser una forma de hacer y de poner música, y en el show va a quedar demostrado. Los tres tenemos influencias re distintas, venimos de distintos mundos, y lo que se nota después es la sumatoria", dice el primero. Y la otra mitad de Soundexile cierra: "Yo no escucho géneros, escucho música, y si me gusta, sea lo que sea va adentro. Los que saben se van a dar cuenta de que en el show hay inspiraciones de todos lados, desde el ambient y el dub hasta el downtempo y el tecno. Y sin embargo van a salir y seguramente van a decir que es progressive (risas), porque Hernán está muy muy identificado con eso. Con el Colón decían "qué buen show de progressive con cuerdas" (risas). A la hora de hacer música, la verdad que los tres nos fijamos más que nada en lo que nos parece que es la vanguardia, que a veces coincide con el progressive y a veces no".