Cuando lanzó Mammoth WVH, el disco del grupo del mismo nombre donde se ocupa de todo, Wolfgang Van Halen dejó ir con él al menos seis años de historia. Algunas canciones, como Horribly Right o Resolve, las empezó a crear en 2015, pero este álbum publicado en junio trae un punto de vista más global que sugiere que todo empezó antes: la creación de Mammoth WVH fue la forma de trazar un puente generacional con su papá y de buscar, a la vez, un sello personal libre de deudas artísticas.
Acaso la historia se empezó a escribir cuando se acercó por primera vez a la batería de su tío Alex, lo que motivó que el regalo para sus 10 fuese una. O incluso antes, cuando vio a su papá Eddie, uno de los guitarristas más grandes de la historia, ensayar con su instrumento en casa. Más allá de las hipótesis, el único hijo de Eddie Van Halen, producto del matrimonio con Valerie Bertinelli, sacó por su cuenta uno de los discos del año.
"Es un disco de rock, definitiva y centralmente. Pero creo que cualquier persona a la que le guste la música en general va a encontrar algo ahí." En esa simpleza, el músico de 30 años recurre a un fenómeno de época: los rockeros ahora invitan a todo el mundo a sus discos, y él cree que tiene con qué.
Wolfgang confía efectivamente en los riffs y la distorsión. El disco recoge esa suciedad de la guitarra con un sonido gordo y claro, por el que se desliza una voz algo áspera, pero siempre melódica. "Ah, amo el proceso. El disco acaba de salir, pero ya estoy ansioso por volver a entrar al estudio y grabar más. Como toco todo yo, es muy divertido pasar un tiempo en cada mundo, tocar la batería, el bajo, la guitarra, las voces, y después poner todo junto, pieza por pieza", comenta. En efecto, él mismo tocó todos los instrumentos, incluidos los teclados, y toda la base fue grabada en cinta.
► Si vas a rockear, rockeá dos veces
La cámara de la videollamada permite observar su hábitat. Habla con El NO desde 5150, el estudio que creó su padre en Los Angeles y que él heredó. Hay un bajo recostado contra un ampli de la línea EVH y sus dos cabezales; cinco guitarras se lucen desde un rack ubicado contra la pared; un Marshall y unos platillos entran levemente en plano.
Su carrera musical y la relación con su papá fueron por la misma vía gran parte del tiempo. Con apenas 16 años se sumó a Van Halen como bajista, cuando todavía creía que ese instrumento era "como una guitarra, pero más fácil". Con la banda grabó A Different Kind of Truth, su último disco de estudio, de 2012, y giró por diferentes lugares del mundo. "Una gran enseñanza que me dejó, musicalmente hablando, fue la misma que le dejó a él mi abuelo: si te equivocás, equivocate dos veces, así el público piensa que fue a propósito, ja."
Ser el hijo de Van Halen tuvo sus beneficios. Pero también implica convivir con una sombra de la que, invariablemente, tendrá que buscar desmarcarse. El primer gran paso de su carrera solista implicó ponerse cara a cara con el fenómeno, y no le fue mal. Poco después de la muerte de Eddie, en octubre de 2020 –que él mismo comunicó por Twitter–, Mammoth WVH lanzó Distance, un corte tipo balada emocional, con un videoclip en honor a su padre que cosechó millones de visitas y un gran papel en los charts.
"Se llama así porque es la parte más resonante del tema: no importa cuán lejos estés de la persona que te importa, siempre van a estar juntos", reflexiona el protagonista, que más tarde incluyó al single como el último tema de Mammoth WVH. "La fui escribiendo a lo largo de los años, mientras mi papá luchaba por su salud y a veces se ponía mejor, a veces peor." Wolfgang tenía grabados 28 temas para este disco, de los cuales algunos irán a futuros álbumes, pero quiso lanzar Distance como single y que todo lo recaudado fuera para su fundación benéfica favorita. "Me habría sentido mal de ganar plata tan pronto después de que nos dejara, fue más que nada un regalo para él."
► Van Haters
Como casi todo hijo que elige el mismo oficio que alguno de sus progenitores, Wolf recibe por redes el constante odio de quienes le recuerdan que no es como su padre. Que no lo hace como él, que él lo habría hecho mejor. "Tengo mi propio gusto musical, no busco bandas que suenen como Van Halen, porque Van Halen es Van Halen. Honestamente, desde que empecé a formar parte de la banda, me fue difícil escuchar la música. No porque no fuera buena, sino porque era mi trabajo: no escuché Van Halen por placer en muchísimo tiempo", confiesa.
El nombre que eligió para su banda fue el que adoptaron los hermanos antes de usar como marca su apellido, en la segunda mitad de los '70. No obstante, la música del disco debut de Wolfgang no remite a aquella banda mítica e inalcanzable, sino a las influencias de su generación, y a mucho del rock de los '90. Para esto pesó también el trabajo como productor de Michael "Elvis" Baskette, con quien ya habían trabajado juntos en Tremonti.
"El rock es el tipo de música con la que me siento más cómodo, la que más disfruto, y creo que es todo lo que importa. Componer la música que yo quiero escuchar, y si la gente también la quiere escuchar, genial", analiza. "Creo que toda la música, si es buena, es buena. Me veo haciendo música por el resto de mi vida."