El juez de Garantías Julio Bavio hizo lugar a la imputación impulsada por el fiscal federal general Francisco Snopek en contra de cuatro hombres por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. Los cuatro, que quedaron en prisión preventiva, fueron detenidos el 10 de septiembre en el marco de una investigación que desbarató el tráfico de 65 kilos de cocaína desde Salta a Tucumán.
Los nuevos imputados son parte de una organización más grande y vienen a sumarse a otros cinco detenidos en otros dos procedimientos en los que también se secuestró cocaína.
La investigación se inició el 10 de mayo pasado. El disparador fue el hallazgo de un automóvil Hyundai abandonado sobre la ruta nacional 16, cerca de la localidad salteña de Joaquín V. González, y cuyos guardabarros traseros ocultaban dos kilos de marihuana.
La indagación dio con una organización que adquiría droga en Salta, proveniente de Bermejo, en Bolivia, y la llevaba presuntamente a Tucumán, como primer escala hacia su destino final.
Mediante la intervención de líneas telefónicas y otras tareas de campo se identificó a tres personas, entre las que se cree que se encuentran los cabecillas de la organización, y se determinó también que estas personas negociaban la adquisición y traslado de estupefacientes desde la ciudad boliviana de Bermejo, ubicada enfrente del pueblo argentino de Aguas Blancas, a poco más de 47 kilómetros de la ciudad de Orán.
Con esos datos, el 8 de agosto Gendarmería Nacional montó un operativo sobre la ruta nacional 50, a la salida de Orán, y detuvo al conductor de una camioneta Subaru Tribeca, cuando transportaba 84 kilos de cocaína ocultos en los guardabarros traseros.
La investigación siguió y el pasado 10 de septiembre personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Gendarmería Nacional supo de un nuevo cargamento, que iba a ser trasladado en una camioneta Ford F-100, asistida por un Chevrolet Astra y una camioneta Chevrolet Zafira como “coches punteros”.
Ese mismo día personal del puesto fijo que de Gendarmería ubicado en el kilómetro 105 de la ruta provincial 5, a la altura del pueblo de General Pizarro, detuvo al conductor de la Ford F-100. En dos cilindros de GNC encontraron 65 kilos de cocaína, acondicionados en 33 paquetes. Esa misma tarde, en una serie de allanamientos en El Quebrachal, se detuvo a otras tres personas, las que viajaban en los vehículos "punteros".
"Todos los procedimientos se hicieron en tiempo real con las escuchas telefónicas y el impacto de los teléfonos celulares de los acusados en las antenas ubicadas en la zona, lo que brindó absoluta transparencia al operativo”, sostuvo el fiscal en la audiencia de formalización de la acusación, y agregó la hipótesis de que los detenidos integran “una organización narcocriminal con un entramado dispuesto para la obtención de la droga en la zona frontera, en Orán, para su posterior traslado a Tucumán, como primer escala”.
El fiscal Snopek pidió que los cuatro sigan en prisión preventiva, atendiendo al riesgo de fuga y el peligro de entorpecimiento de la investigación, y para fundamentar esta solicitud señaló que algunos de ellos alcanzaron a contactar a los restantes cabecillas de la organización, quienes están prófugos.