Desde Brasilia
Jair Bolsonaro confirmó que viajará a Estados Unidos donde el martes pronunciará el discurso inaugural de la 76a. Asamblea anual de la ONU. Desembarcará en Nueva York en su doble condición de mandatario del país más populoso y rico de América Latina y como referente de la ultraderecha.
Sobre el texto que leerá en el Plenario del Palacio de Cristal de la ONU, redactado por militares y diplomáticos, Bolsonaro apenas anticipó que puede contener algunas líneas sobre la Amazonia y los pueblos originarios ( él los llama "indios" con acento despectivo) sin dar más precisiones para evitar que "la prensa las distorsione".
Paralelamente reforzó su discurso negacionista antes de embarcar hacia Nueva York (ciudad donde lo detestan) al anunciar que no se vacunará contra el coronavirus por considerarse dotado de "anticuerpos suficientes" con los que enfrentar la dolencia y puso en duda eficacia de los antídotos Coronavac fabricados en China país al cual ha señalado como presunto creador del Covid-19. El jueves último casi a la misma hora que el gobernante criticaba en Brasilia a la vacuna coronavac un hombre lanzó un artefacto explosivo contra el el consulado de China en Rio de Janeiro.
Por lo pronto no se descarta que Bolsonaro utilice su estadía en Nueva York para proyectarse definitivamente como una suerte de rockstar de la ultraderecha global, cetro dejado vacante por hasta hoy aliado Donald Trump, desde que dejó la Casa Blanca en enero pasado.
Imagen negativa
"La imagen del presidente de la República es pésima, el hecho de que no acepte vacunarse ni siquiera para ir a la Asamblea de la ONU es algo que no tiene equivalentes a nivel internacional. Vamos a tener al más negacionista de los negacionistas hablando ante el mundo. Ni siquiera el presidente Trump hizo algo igual, porque Trump se vacunó", plantea el diplomático Paulo Sergio Pinheiro desde Ginebra, Suiza, en entrevista via zoom con Página/12.
"Creo que todo lo que ha hecho Bolsonaro a lo largo de setiembre, como los actos con intencionalidad golpista del 7 de setiembre, han sido vistos y leídos por buena parte de los presidentes y diplomáticos que estarán en la Asamblea. Nunca hubo un intento de golpe de estado tan anunciado como éste. Desde el fin de la dictadura Brasil había conquistado prestigio internacional, los presidentes desde José Sarney , siguiendo por Fernando Collor de Mello, Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff eran vistos con respeto.Con Bolsonaro ocurre lo contrario, es un personaje repudiado, creo que eso se verá en los próximos días en Nueva York".
Pinheiro conoce el humor de la diplomacia gracias a la experiencia adquirida durante décadas en la ONU donde le asignaron misiones importantes, como las que llevó a cabo en Siria y Mianmar, entre otras. Actualmente integra la organizacación humanitaria Comisión Arns, de San Pablo, y en 2012 fue miembro de la Comisión de la Verdad creada por la presidenta Dilma Rousseff.
"En los diarios de Europa y en los más importantes del mundo se publican todos los días noticias negativas de Bolsonaro, es visto como un enemigo de los derechos humanos, de la Amazonia, de los pueblos indígenas. Fuera de Brasil las personas se soprenden con su reivindicación de la tortura y la dictadura, su homofobia," dijo el diplomático.
Persona no grata
Por no haber sido vacunado contra el coronavirus a Bolsonaro podrían impedirle ingresar a alguno de los eventos que se realizarán en hoteles y restaurantes de Nueva York cuyo alcalde, Bill de Blasio, del Partido Demócrata, decretó la obligatoriedad del certificado de inmunización.
El titular de la Asamblea General de la ONU, Abdullah Shahid, defendió las normas de la alcaldía neyorkina y comunicó a los países miembros que las delegaciones tendrán respetarlas. Sin embargo el secretario general de la ONU , Antonio Guterres, aclaró que Bolsonaro y los demás presidentes no tendrán que presentar constancia de inmunización ni se les realizará ningún tipo de control sanitario dado que el predio de la organización es territorio internacional, al margen de las normas municipales y nacionales.Estados Unidos ha sido el país más visitado por Bolsonaro desde que llegó al gobierno. En general sus viajes fueron a Washington y Miami, donde lo suelen recibir mejor que en Nueva York.
En mayo 2019 el ex capitán del ejército se vio obligado a suspender su agenda en Nueva York, para recibir un premio, luego de que el alcalde De Blasio lo declaró "persona no grata" debido a la destrucción de la Amazonia , y grupos ambientalistas y del movimiento LGBT prometieron manifestaciones contra el visitante.
Romper aislamiento
Paulo Sergio Pinheiro sostiene que Bolsonaro podría adoptar un discurso más moderado este ante la Asamblea a fin de mitigar su aislamiento internacional, como ya lo hizo en abril pasado cuando realizó promesas "sin ninguna credibilidad" durante la Cumbre del Cambio Climático convocada por el mandatario Joe Biden, del Partido Demócrata,con quien mantiene relaciones distantes.
Biden ha demostrado con gestos cuanto desprecia a su colega sudamericano.En la cumbre de abril se retiró de la conferencia virtual durante unos minutos, precisamente cuando Bolsonaro hacía uso de palabra, y la semana pasada no invitó al brasileño al Foro de Grandes Economías sobre Energía y Cambio Climático, en el que sí participaron los presidentes Alberto Fernández y el mexicano Andrés Manuel López Obrador.
La experta en relaciones internacionales Maria Victoria de Mesquita Benevides, de la Universidad de San Pablo, planteó, en diálogo con este diario, que los diplomáticos que participan en la elaboración del discurso buscan aterciopelar el mensaje sobre la Amazonia y las comunidades indígenas, temas sensibles para la comunidad internacional y prioritarios en la agenda de Biden.El representante para el Clima, John Kerry, y el asesor de Seguridad Nacional, John Sullivan, transmitieron a funcionarios brasileños la preocupación de la Casa Blanca ante el aumento de los incendios en la floresta.
En cambio los militares, que también participan en la redacción del discurso, serían irreductibles. Ellos defienden posición dura sobre la Amazonia y no reconocen la diversidad cultural y las identidades ancestrales de las colectividades originarias a las que quieren asimiliar a la cultura y economía occidentales.
"Los militares siempre vieron con desconfianza a los pueblos indígenas, a los que reprimieron durante la dictadura, y no están dispuestos a reconocer un estado plurinacional en Brasil", señala Benevides, que también es miembro de la Comisión Arns, la organización que denunció a Bolsonaro ante el Tribunal Penal Internacional por incitación al genocidio de los pueblos indígenas y la devastación de la Amazonia.