“Alberto Fernández me pidió ir recuperando cierta normalidad”. Quien habla es Jaime Perczyk, que hasta ahora se desempeñaba como Secretario de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y que mañana asumirá al frente de esa cartera como parte del relanzamiento del gabinete de Alberto Fernández. Docente con una trayectoria de más de 25 años en todos los niveles del sistema educativo y también en la función pública, cuenta a Página/12 que se enteró de su nombramiento en las últimas horas del viernes, casi a la par del anuncio, pero que está listo para lo que imagina como una “transición ordenada y perfecta” con Nicolás Trotta, el ministro saliente al que define como un “amigo”.
Licenciado en Educación Física por la Universidad Nacional de Luján (UNLu) y especialista en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Perczyk tiene una participación plena en el ámbito universitario desde que en 2015 fue designado por unanimidad para ocupar el cargo de Rector de la Universidad Nacional de Hurlingham, puesto que hoy mantiene en uso de licencia. Antes fue jefe de Asesores de Gabinete de la cartera educativa (2009-2011), director Nacional de Políticas Socioeducativas (2007-2009) y viceministro de Alberto Sileoni entre 2011 y 2015.
Consultado por este diario, revela que la tarea que tiene por delante es “de una envergadura política sumamente difícil por la complejidad estructural que implica” y cuenta que su objetivo principal será el de revincular a quienes durante la pandemia dejaron principalmente la escuela pero también la universidad. “No es posible que nuestro gobierno advierta esa situación y no haga nada para revertirla. Es en lo que más tenemos que trabajar”, afirma el también ex presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que como el resto de los nuevos ministros jurará en Casa Rosada el lunes a las 16.
Además del hecho de que desde la renuncia, en agosto pasado, de Adriana Puiggróss a la secretaría de Educación, tomó su lugar y ofició de viceministro de Trotta, uno de los motivos más fuertes de la designación de Perzcyk tiene que ver justamente con su experiencia en el desarrollo de políticas socioeducativas. De hecho, el funcionario tuvo una activa participación en la implementación del programa Conectar Igualdad, una de las políticas públicas más ambiciosas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. “Tenemos que trabajar en las situaciones sociales de desigualdad, en políticas de acceso a la conectividad y en otras cuestiones como las realidades laborales de los padres”, enfatiza el próximo ministro, a quien aquella experiencia lo uno a los desafíos venideros.
Respecto al resto del nuevo gabinete, Perzcyk dice que “el gobierno perdió una elección y tuvo que escuchar al soberano y ajustar el objetivo, siempre en la mira de buscar un país federal e integrado”. Y aunque Trotta no integra de la lista de los ministros que había puesto a disposición su renuncia el pasado miércoles, su sucesor se asume y autodefine como “un producto de una derrota” que trabajará para revertirla.
“Sé que la educación es uno de los caballitos de batalla de la oposición pero no quiero poner el eje en eso ahora. Desde el lunes estaré enfocado en trabajar con toda la comunidad educativa, con ministros, gobernadores, rectores, decanos y representantes de los trabajadores. Hay que ir a buscar a quienes se fueron de la escuela y traerlos uno por uno. Esa es la urgencia central”, asegura quien tendrá a cargo una de las mayores tareas de la reconstrucción de la pospandemia.