La segunda temporada de The Morning Show (estreno del pasado viernes por Apple TV+) retoma los últimos acontecimientos vistos en pantalla. Las conductoras del noticiero matutino, Alex Levy (Jennifer Aniston) y Bradley Jackson (Reese Witherspoon), habían lanzado una bomba neutrónica al aire denunciando la cultura de abusos dentro de la cadena para la que trabajan. La tensión entre lo profesional, lo íntimo, los rumores y lo muy público se mantiene como el fuerte de este arco compuesto por diez episodios. Cada semana el servicio de streaming alojará un nuevo episodio de una entrega que juega a la carambola entre Poder que mata (Sidney Lumet; 1976) y los novelones de Shonda Rhimes.
Sus realizadores saben muy bien cómo presentar los dramas de sus criaturas salpimentando la ficción con el movimiento “Me Too”, la cultura de la cancelación y, en esta ocasión, con lo vivido durante la pandemia. El arco de personajes y dilemas es amplio, pero quien se come la pantalla es Corey Ellison (Billy Crudrup): el tesón que le imprime a su indescifrable ejecutivo mediático es lo mejor de The Morning Show. Julianna Margulies (The Good Wife) se suma al elenco como una gélida periodista que moverá aún más el amperímetro dentro de la señal UBA. Al aire en 3, 2, 1…