Intercedió el propio Presidente. En la noche del domingo, Alberto Fernández llamó al vicegobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo. Esa llamada fue el principio de la negociación para destrabar la llegada del gobernador Juan Manzur a la Jefatura de Gabinete nacional, para asumir en reemplazo de Santiago Cafiero. También habría mediado un llamado la vicepresidenta Cristina Kirchner y Oscar Parrilli.
Lo cierto es que se acordó una tregua. Manzur y Jaldo están enfrentados políticamente. Es más, compitieron en listas separadas en las primarias (el primero como senador suplente, y el segundo como candidato a diputado) y hacía seis meses que no se reunían. Finalmente lo hicieron durante la mañana del lunes en la sede del gobierno provincial para definir las condiciones de la sucesión del poder en Tucumán.
Después del encuentro, Manzur comunicó que "el presidente de la Legislatura de Tucumán", Osvaldo Jaldo, asumirá el Ejecutivo de la provincia en su reemplazo, ante el pedido de licencia que presentó como mandatario provincial para pasar a desempeñarse como jefe de Gabinete nacional.
"En el marco de la enorme distinción que me han conferido el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández para ocupar la Jefatura de Gabinete de la Nación, y antes de mi asunción, mantuve una importante reunión de trabajo con el vicegobernador Osvaldo Jaldo", detalló Manzur.
En ese sentido, Manzur afirmó que, en el encuentro ambos coincidieron en que "las elecciones internas ya concluyeron" y "ahora es tiempo de unidad y de encarar esta nueva etapa, mirando hacia adelante".
Por su parte, Jaldo señaló: "La prioridad es llevarles tranquilidad a los y las tucumanas. En nuestra provincia las instituciones funcionan a pleno. Felicitamos la designación de Juan Manzur como jefe de Gabinete nacional, desde aquí, con la responsabilidad que me compete vamos a seguir trabajando para acompañar la gestión del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner".
Después del acuerdo, Manzur asumió formalmente como jefe de Gabinete en el lugar que dejó Santiago Cafiero, quien a su vez juró como canciller en reemplazo de Felipe Solá.
"Acordamos en que todos los que cumplen funciones en nuestra provincia seguirán en el mismo lugar, con su gente, con sus proyectos, para continuar con la misma dinámica de trabajo. Confío en que puse todo de mi parte para poder sumar mi aporte al gobierno nacional", explicó Manzur.
Asimismo, el nuevo jefe de Gabinete aseguró que se iba de Tucumán "tranquilo, para asumir otro desafío y seguir colaborando con la provincia desde Nación".
También detalló que el legislador Sergio Mansilla se incorporará como autoridad a la presidencia de la Legislatura, en pos de "un avance que generará la reunificación de nuestro bloque peronista".
Antes de que se cerrara la negociación, los funcionarios leales a Manzur habían dejado trascender que el movimiento en la cúpula del poder tucumano también implicaba otras negociaciones. “Lo que seguramente se está negociando es cómo va a quedar constituida la Legislatura, los diferentes bloques. No podés dejarle al jaldismo tanto la gobernación como la Legislatura, sería muy complejo que la dirigencia aceptara eso”, había dicho el diputado tucumano Pablo Yedlin, cercano a Manzur. El diputado no veía probable que Jaldo se bajara de asumir en la gobernación, dado que le correspondía según establece la Constitución provincial.
Las versiones indicaban que el Gobierno buscó tentar a Jaldo con un cargo nacional para evitar que asumiera la conducción de la provincia, en medio del enfrentamiento. Pero aunque inicialmente habría mostrado interés en la propuesta, finalmente la rechazó, pese a los insistentes llamados que recibió desde Buenos Aires, incluido uno del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Según trascendió, Jaldo también habría rechazado un ofrecimiento para ser secretario de Provincias del Ministerio del Interior de la Nación.
El tiempo dirá si el acuerdo entre los dos adversarios tucumanos se sostiene o deriva en un nuevo foco de tensiones.