En medio de denuncias por presunto fraude y con un sector de la oposición excluida de los comicios legislativos, el partido Rusia Unida, que responde al presidente Vladimir Putin, ganó las elecciones de ayer y ratificó la mayoría de la Duma (Parlamento), con más de dos tercios de la cámara.
Luego de tres días de votaciones debido a la pandemia de coronavirus, el 45 por ciento del padrón asistió a las urnas. Y el recuento del 95 por ciento de los colegios electorales indicó que el oficialismo lograba 49,6 por ciento de los votos, por delante del Partido Comunista (PC), que obtuvo 19,2.
Le siguen el Partido Liberal Democrático (PLDR) del ultranacionalista Vladímir Zhirinovski (7,47 ); los socialdemócratas de Rusia Justa (7,42 ) y el partido de nuevo cuño Gente Nueva (5,39 %), un proyecto que muchos ven como un proyecto del Kremlin para dividir el voto de protesta.
A pesar del triunfo, el porcentaje de votos obtenidos por el oficialismo es menor al de las últimas elecciones parlamentarias de 2016, cuando cosechó el 54,2 por ciento de los sufragios y 334 diputados.
Esta vez, el partido de Putin logró 315 escaños de un total de 450 en la Cámara baja, lo que igualmente le sirve para activar las reformas que requieren más de dos tercios, como reformas sin la necesidad de alianzas con otras fuerzas políticas e inclusive una reforma constitucional.
Denuncias por fraude en Rusia
Lo que tiñó la victoria oficialista fueron las largas denuncias por supuesto fraude presentadas por el PC en distintos puntos del país, desde la parte europea a Siberia y Lejano Oriente.
Además, múltiples fotografías y vídeos difundidos en medios y en redes sociales mostraron supuestas irregularidades, como el relleno de urnas e impedimentos a la labor de observadores.
"Son las elecciones del fraude electrónico", afirmó en Twitter Iván Jdanov, un afín de Navalni en el exilio. La ONG especializada Golos había recibido más de 4.950 denuncias de posibles irregularidades electorales y consideró como una "evidencia" el descenso del "nivel de transparencia" y de "claridad del sistema electoral".
Sin embargo, la presidenta de la Comisión Electoral Central (CEC), Ela Pamfílova, rechazó esas acusaciones y elogió la "transparencia" de las elecciones, y el Ministerio del Interior confirmó que, a los largo de las tres jornadas de votación, no hubo irregularidades capaces de repercutir en el resultado final.
Se les sumaron Andréi Turchak, uno de los máximos dirigentes de Rusia Unida en el gobierno, quien aseguró que la elección fue "clara y limpia". Y ellos, el vocero presidencial, Dimitri Peskov, que hizo hincapié en la “probidad” de la competencia.
Persecusión a opositores
El otro punto por los cuales el oficialismo ruso es cuestionado es la supuesta persecución a opositores, cuyos partidos quedaron excluidos de estos comicios, y la detención de algunos dirigentes. Particularmente Alexéi Navalni, el principal opositor que denunció fraudes masivos.
La Unión Europea denunció una atmósfera de intimidaciones en el periodo previo a las elecciones y lamentó la ausencia de observadores electorales independientes.
Los partidarios de Navalni habían pedido hacer "un voto inteligente" y apostar por aquellos candidatos mejor situados para impedir la elección de los representantes del partido de Putin. En la mayoría de casos eran los comunistas.
En tanto las autoridades electorales rusas presionaron a los gigantes informáticos y al iniciarse las elecciones, el viernes, Apple y Google eliminaron la aplicación "voto inteligente" de Navalni. Allegados a este lider opositor acusaron a Google y Apple de "ceder al chantaje del Kremlin".
El respaldo a Putin
Aunque Putin, de 68 años, continúa teniendo un buen nivel de popularidad, Rusia Unida perdió respaldo ante el declive de las condiciones de vida tras años de estancamiento económico, agravado por la pandemia del coronavirus.
"Para el presidente, lo principal eran unas elecciones competitivas, abiertas y limpias, y en este sentido evaluamos el proceso electoral de manera muy, muy positiva", señaló el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov.
Putin aún no pronunció sobre las elecciones, pero se prevé que lo haga en la reunión telemática prevista para hoy con Pamfílova, de la CEC.