“Necesitamos urgentemente la ayuda de la Nación”, advirtió ayer la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner. Las declaraciones de la mandataria provincial fueron realizadas al finalizar una reunión en la Casa Rosada con el ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio. “Tengo confianza de que vamos a salir pero necesito, por la gobernabilidad, que el gobierno nos ayude”, expresó ayer la mandataria santacruceña. Las conversaciones entre el Poder Ejecutivo y la provincia patagónica continuarán en la semana. “Esperamos poder colaborar con la gobernadora en un camino de volver a sincerar, organizar y ordenar la provincia, que está fuera de todo parámetro de gobernanza razonable”, lanzó ayer Mauricio Macri que exige a la provincia que presente un plan para achicar su déficit fiscal. 

 Antes de comenzar la reunión ayer por la tarde, el vicegobernador santacruceño, Pablo González, planteó  la necesidad de que las autoridades nacionales “contribuyan a la gobernabilidad de Santa Cruz”. Encabezada por Frigerio, la representación ministerial contó con la presencia del secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli, y el viceministro Sebastián García De Luca. Kirchner estuvo acompañada por su vice y el ministro de Economía Juan Donnini. 

 Dos nuevos encuentros tendrán lugar hoy y mañana. El objetivo de la Casa Rosada es negociar con los representantes de la provincia los alcances del programa fiscal. “Tenemos vocación para ayudar y ellos tienen la obligación de presentar un plan viable que reduzca el déficit hacia 2019, cuando deben entregar una provincia distinta”, lanzaron desde Interior y Obras Públicas. El vicegobernador santacruceño aseguró ayer que el programa fiscal diseñado por la provincia no contempla un ajuste sobre el sector público como pretendía la Casa Rosada. “Es un plan basado en la sustentabilidad de la Provincia en relación directa con el presupuesto y sin hacer un ajuste sobre el sector público, porque nosotros no estamos de acuerdo ni en condiciones de hacerlo”, declaró González. 

 Durante el viaje a Mendoza que realizó por la mañana, el presidente Macri se refirió a la situación que atraviesa la provincia patagónica. “Si la gobernadora quiere ver un ejemplo de lo que hay que hacer, que venga a Mendoza. Lo que hizo el gobernador Cornejo es lo que tiene que hacer ella”, sostuvo Macri al ponderar el ajuste fiscal que llevó adelante el mandatario provincial. “Lo que se vive en Santa Cruz no es casualidad, es causalidad de un desmanejo de muchos años, de haber practicado una forma de administrar el poder de la misma forma que a nivel nacional”, consideró el mandatario que partió hacia una gira por China. 

 Desde Santa Cruz advierten que la Casa Rosada ahogó financiera y económicamente a la provincia durante sus primeros 16 meses de gestión. Esgrimen que las autoridades nacionales redujeron los adelantos de coparticipación y el envío de Aportes del Tesoro. Asimismo advierten que el frenazo generalizado sobre la obra pública y las menores inversiones de YPF golpearon con fuerza sobre el empleo en la provincia. Uno de los proyectos afectados fueron las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic que serían reactivados en dos meses tras la realización de las audiencias públicas exigidas por la Corte Suprema y la reactivación del acuerdo de financiamiento firmado con China (ver aparte). El freno de la obra pública también afectó la recaudación provincial y, por ende, la coparticipación a los municipios provinciales.