La audiencia pública prevista por el gobierno de Santa Cruz para analizar el impacto ambiental de la construcción de las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner fue suspendida por la titular del juzgado federal Nº 12, Macarena Marra Giménez. La magistrada argumentó que la convocatoria provincial no contempló la instancia de participación ciudadana contemplada en la Ley General Ambiental. Horas antes de conocerse la decisión judicial, el embajador argentino en China, Diego Guelar, había asegurado que las obras comenzarían dentro de 60 días. La puesta en marcha del proyecto requiere, de todas formas, de la realización de otra audiencia que fue exigida por la Corte Suprema a finales del año pasado.
El presidente Mauricio Macri partió anoche hacia a Beijing donde tiene previsto rectificar los acuerdos para el financiamiento de las represas.
El paquete presupuestario de los proyectos asciende a 4714 millones de dólares que son provistos por China Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China y Bank of China. En 2015 se produjeron cuatro desembolsos que dieron inicio a la obra. Sin embargo el proyecto que empleará hasta 5000 trabajadores se frenó desde el último bimestre previo a las elecciones. El consorcio que ganó la licitación para la construcción está compuesto por Electroingeniería, China Gezhouba Group e Hidrocuyo. Una de las opciones que Macri barajaba inicialmente era desviar fondos de las represas hacia el proyecto de reconstrucción del ferrocarril Belgrano Cargas, que también se financia con dinero de China. Desde Beijing advirtieron que si se frenaban las obras exigirían la devolución inmediata de los 950 millones de dólares desembolsados hasta el momento –600 millones invertidos en el país y otros 350 millones destinados a la compra de equipamiento en China–, cortarían el fondeo para el Belgrano Cargas y para la hidroeléctrica Chihuidos e incluso podrían finalizar el swap de monedas con el Banco Central.
Ante esa ofensiva, Macri ordenó al ministro de Energía, Juan José Aranguren, avanzar con los chinos en una nueva propuesta. El resultado fue que se modificó el contrato original recortando la obra. Serán menos turbinas, pasa de las 11 originales a ocho. La represa Kirchner que tenía previsto seis turbinas finalmente estará equipada con cinco y la Cepernic se reducirá de cinco a tres. Este cambio implicará una modificación en la cantidad de generación de energía, que pasará de las 1740 MW que iba a generar originalmente a 1290 MW de potencia.
En diciembre del año pasado la Corte Suprema de Justicia suspendió provisoriamente la construcción de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz, hasta tanto se realice una evaluación del “impacto ambiental” que tendrán en la zona. La medida cautelar del máximo tribunal no incluyó las tareas preliminares del proyecto, tales como las obras de sondeo geotécnicos exploratorios, actividades de estudio de base para el proyecto, caminos de acceso, construcción de villas temporarias y ejecución y funcionamiento de obradores.