Desde Washington, DC
La tecnología, la pandemia, el cambio climático. En su debut ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo un resumen de lo que considera como los principales desafíos a nivel mundial. Los enumeró en un discurso que tuvo un objetivo principal: convencer a los aliados de que el país norteamericano sigue teniendo un liderazgo global. Enfatizó la idea de “unidad” y buscó contrastar su gobierno con el de su predecesor, Donald Trump.
En su discurso de poco más de 15 minutos, Biden mencionó 22 veces la palabra “futuro”. “Clima” y “desafíos” también tuvieron un protagonismo destacado en su intervención. Desde la necesidad de “derrotar al COVID-19 en todos lados” hasta “enfrentar al clima desafiante”, el mandatario insistió en expresiones como “juntos”, “socios” y “aliados” para referirse a la forma en la que el país norteamericano quiere “tiene intención” de trabajar. “Hay una verdad fundamental del siglo XXI dentro de cada uno de nuestros países y como comunidad global: que nuestro propio éxito está atado a que los otros también tengan éxito”, dijo el jefe de Estado.
Afganistán
Biden sostuvo que en el tiempo que lleva en el gobierno ha “priorizado reconstruir” las alianzas de Estados Unidos, “revitalizar” la relación con los socios y “reconocer que son esenciales y centrales” para el país. Un foco que ya había exhibido en otros foros multilaterales, pero que contrasta con la realidad de los últimos meses: la decisión de retirarse de Afganistán fue casi unilateral.
En la asamblea, Biden defendió la decisión de repatriar las tropas y terminar 20 años de conflicto armado en el país asiático. “Estoy parado acá hoy, por primera vez en 20 años, sin que Estados Unidos esté en guerra”, sostuvo, a pesar de que el ejército estadounidense sigue en Irak y el uso de las fuerzas armadas continúa autorizado por una ley del Congreso.
“El poder militar de Estados Unidos debe ser nuestro último recurso, no el primero, y no debería ser usado como respuesta a cada problema que vemos en el mundo”, insistió el mandatario. La intervención vendrá por otros medios, según se desprende de su discurso. “Cerramos este período de guerra despiadada y abrimos una nueva era de diplomacia implacable, de usar el poder de nuestra ayuda para el desarrollo para invertir en nuevas formas de elevar a la gente alrededor del mundo”, sostuvo.
Guerra Fría
“No buscamos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, enfatizó Biden, pero su discurso dejó ver cuáles son los rivales implícitos. “Vamos a trabajar junto a nuestros socios democráticos para asegurar que los nuevos avances en distintas áreas, desde biotecnología a computación cuántica, 5G, inteligencia artificial y más sea utilizados para elevar a la gente, para resolver problemas y avanzar en la libertad humana, no para suprimir el disenso o apuntar contra minorías”, dijo. Estados Unidos lleva años intentando que la tecnología desarrollada en China no ingrese en países que considera aliados. “Nos reservamos el derecho de responder de forma decisiva a los ciberataques que amenazan a nuestra gente, nuestros aliados o nuestros intereses”, agregó el mandatario. Rusia y China son los dos países que el país norteamericano denuncia como responsables de recientes ciberataques contra empresas y agencias del gobierno estadounidense.
El otro contraste que Biden buscó marcar sin nombrarlo es uno más cercano: las diferencias con el gobierno que encabezó Trump hasta enero de este año. El presidente estadounidense habla de futuro, pero se encarga de mostrar el cambio en cada intervención. Habló de que el país “reafirmó” su compromiso con la OTAN, que “renovó” la relación con la Unión Europea, que “volvió a sentarse a la mesa” en foros internacionales y que está nuevamente en la Organización Mundial de la Salud, un organismo del que Trump se había retirado durante la pandemia. “Hemos vuelto al Acuerdo de París y estamos postulándonos para recuperar un lugar en el Consejo de Derechos Humanos el próximo año en la ONU”, dijo.
Pandemia
Biden destacó que Estados Unidos haya destinado “más de 15 mil millones de dólares” a la respuesta mundial contra el coronavirus y enviado “más de 160 millones de dosis” de la vacuna a otros países. También insistió en la necesidad de invertir en “infraestructura verde” y de “continuar incrementando” la “ambición colectiva” para limitar el calentamiento global.
“Vamos a liderar junto con aliados y socios y en cooperación con todos los que crean, como nosotros lo hacemos, en que podemos enfrentar estos desafíos y construir un futuro que eleve a toda nuestra gente y preserve este planeta”, afirmó sobre el final de su intervención.
Otros discursos
El debut de Biden no tuvo la atención que atrajeron anteriores mandatarios estadounidenses. Con un modelo híbrido, esta Asamblea General de la ONU, la segunda en pandemia, no cuenta con el movimiento y las figuras de otros años. El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistió y envió en su lugar a su canciller. El presidente de China, Xi Jinping, habló a través de un mensaje grabado. Allí anunció que el gigante asiático no construirá nuevas plantas de carbón en el exterior y pidió “practicar un verdadero multilateralismo”.
Algunas ausencias también son resultado de la propia diplomacia estadounidense: el presidente francés, Emmanuel Macron, se quedó en su país en medio del escándalo por el acuerdo militar entre Estados Unidos y Australia, por el que el país del Pacífico canceló una compra millonaria de submarinos a Francia.