Fue hace poco más de una década cuando Haley Morris-Cafiero, artivista estadounidense, empezó la serie que más tarde le daría notoriedad: en Wait Watchers, esta oriunda de Atlanta quiso poner el foco en las miradas desdeñosas o burlonas que recibía a diario, de soslayo, de personas gordofóbicas. En pos de incentivar un debate significativo sobre el lugar que ocupan las mujeres en el espacio público y la forma en la que sus cuerpos polarizan puntos de vista cuando no “acatan” el imperativo social de belleza, la performer y fotógrafa se retrató haciendo actividades de lo más mundanas, mientras extraños pasaban a su lado. Así, en lo que llamó “un experimento social”, quedaba capturado “cierto gesto crítico o cuestionador en los rostros o el lenguaje corporal de transeúntes, cómo reaccionaban a mi presencia”. Con sus imágenes, Haley subvertía su rol: de observada a espectadora, a partir de fotos que generaron interés a lo largo y ancho, y asimismo, tirria…
Sucede que, dada la ascendente popularidad de Wait Watchers, pronto empezaron a llegarle “correos electrónicos, tuits, mensajes de Instagram, menciones en blogs y un largo etcétera de comentarios mezquinos, de odio, que buscaban intimidarme”. El tiro les salió por la culata: lejos de apichonarse, la muchacha hizo del cyberbulling su musa inspiradora para el siguiente proyecto, The Bully Pulpit, “donde parodié los intentos de estos viles matones recreando sus perfiles públicos, emulando sus fotos en línea valiéndome de pelucas, vestuario y prótesis sencillas, con la intención de dejar expuesta evidente falacia: estos cobardes creen que pueden esconderse en la web, pero no es así”. “Quisieron usar internet para silenciarme, pero claramente fracasaron, lograron el efecto inverso”, se regodea quien, además de posar como sus haters, imprimió algunos de los más virulentos mensajes body-shaming que le enviaban.
Pues, en la galería de la tienda FNAC de Torre Sevilla en, con perdón de la iteración, Sevilla, España, se exhibe por estos días una selección de Bully Pulpit, que al igual que su antecesora Wait Watchers, ya ha sido expuesta ampliamente en muestras individuales y colectivas de distintas ciudades del mundo. Vale mentar que, además, la mujer egresada de la Universidad de North Florida, que actualmente enseña fotografía en Northampton, es autora de Weight Bearing, flamante serie que acaba de inaugurarse en Departure Lounge, galería de Luton, en Inglaterra. Allí Haley Morris-Cafiero, que gusta calzarse la etiqueta de “provocadora”, sigue ahondando en el tópico que le quita el sueño, también vía autorretrato: los embistes contra el cuerpo femenino que no se ajusta a cánones perniciosos. A los que, con sumo gusto, ella desafía con reiterados, contundentes cortes de manga.