El juez federal Mario Marcelo Juárez Almaraz, integrante del Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad de Salta, condenó a 6 años y medio de prisión efectiva a Teodoro López Vilca, por el delito de transporte de estupefacientes.
La sentencia se dictó en poco más de cinco meses desde que el conductor fuera detenido en la Puna salteña, y se dispuso a instancias el fiscal general Eduardo José Villalba, de la Unidad Fiscal Salta.
López Vilca, que se definió como agricultor, fue detenido la madrugada del 27 de marzo pasado cuando conducía una camioneta Toyota Hilux con 106 kilos de marihuana y 43 de cocaína. Tratando de evitar los controles el hombre conducía con las luces apagadas a pesar de que iba por un camino difícil, un sendero de montaña y con precipicios en el Paso Huaytiquina, a más de 4 ml metros sobre el nivel del mar, e incluso había tapado con cinta las ventanillas.
A pesar de esas previsiones, fue detectado por una patrulla de Gendarmería, cuyos integrantes fueron alertados por el sonido del motor, algo que el viajero no pudo disimular.
“López Vilca, quien dice ser un simple agricultor, estaba a escasos 600 metros de pasar a Chile con la droga que había traído desde Bolivia, pasando por nuestro territorio”, sostuvo el fiscal Villalba al presentar el caso en el debate, que se inició en agosto y concluyó a principios de este mes.
El fiscal describió la acción de los gendarmes y como pudieron dar con el conductor. Destacó que el operativo se llevó a cabo solo con la luz de la luna, “no lo hago en sentido figurativo, pues las fotografías exhibidas demuestran que se trata de una luz imponente en la Cordillera de los Andes, que hace que mágicamente parezca de día y no se puede pensar que una persona conduzca con la luz apagada en lugares donde existen precipicios de más de 300 metros”, indicó.
El fiscal recordó que cuando la patrulla dio la voz de alto, López Vilca detuvo la camioneta, bajó rápidamente y reconoció su delito a viva voz: “¡Narcotráfico, jefe!”, gritó.
La camioneta fue llevada a la base que Gendarmería tiene en San Antonio de los Cobres, donde vieron que el conductor llevaba la droga en el asiento trasero de la camioneta. En bolsas de arpilleras, llevaba 106 ladrillos de marihuana, y otros 43 kilos de cocaína, droga que había salido del departamento boliviano de Potosí, a más de 600 kilómetros por camino de montaña.
Según se pudo determinar, López Vilca había traspasado la frontera hacia Argentina casi bordeando la Cordillera de los Andes; la Fiscalía señaló que en los últimos años esta ruta aparece como la nueva vía de tráfico, porque permite a las organizaciones narcocriminales sortear controles fijos y a la vez posibilita un rápido ingreso a Chile.
Villalba señaló que Gendarmería Nacional patrulla estos lugares porque se sabe que es zona de tránsito del narcotráfico y que “a personas como López Vilca se les encomienda el traslado de estupefacientes. Además, de que el vehículo tenía las luces apagadas, cabe reparar que llevaba combustible suficiente para llegar a Chile”, detalló.
En el debate el fiscal reseñó que el peritaje químico confirmó la alta pureza de la droga incautada, de cual se pueden obtener más de 4 millones de dosis umbrales. “La responsabilidad penal fue admitida por López Vilca desde que se bajó del vehículo y reconoció su rol, incluso lo admitió al prestar declaración”, resaltó el fiscal.
“Si bien la confesión por sí sola no puede sustentar una condena, la prueba expuesta durante el debate permite tener por acreditado el hecho y la responsabilidad del imputado”, agregó.
“No es un novato”
Asimismo, el fiscal resaltó que según sus antecedentes penales, se puede concluir que López Vilca “no es un novato” en el narcotráfico. El hombre es oriundo de la localidad de Soniquera, un poblado enclavado en una zona desértica del departamento Potosí.
En el juicio se recordó que de ese poblado casualmente salieron otros conductores con el mismo encargo de transportar importantes cargas de droga desde Bolivia, a través de Argentina, con destino a Chile, casos por los cuales incluso la Justicia Federal de Salta ya dictó varias condenas. Entre otros casos, se señaló que el vehículo llevaba en la parte trasera una chapa patente de Bolivia y adelante, una de Chile.
En esta etapa, y dado que López Vilca había reconocido el hecho, su defensa estuvo de acuerdo con la Fiscalía en que tiene responsabilidad penal. El juez coincidió.
Como el debate se realiza en el marco del nuevo Códido Procesal Penal de la Nación (que se aplica desde hace más de un año en Salta y Jujuy), luego se pasó a debatir sobre la pena. El fiscal la mensuró en 7 años de prisión, y pidió también que se decomisara la camioneta y la destrucción de la droga secuestrada.
La defensa solicitó que fuera de 5 años, dijo que hay circunstancias atenuantes, entre ella las responsabilidades que López Vilca tiene con familiares y el hecho de que no haya implicado a otros en la conducta delictiva.
El juez se decidió por una pena a 6 años y 6 meses de prisión, condena que consideró “ajustada a derecho” y que atiende a las condiciones personales, sociales, laborales y económicas ventiladas en el debate.