Evergrande, el gigante inmobiliario chino que tras su quiebra tiene en vilo a los mercados internacionales, anunció en las últimas horas un acuerdo con un acreedor local para evitar el impago de los intereses de un bono clave que evitaría el colapso económico.
Este pacto supone un breve respiro para la compañía que tiene una deuda acumulada de 300 mil millones de dólares, emplea a 200 mil personas, tiene presencia en más de 280 ciudades y asegura generar 3,8 millones de trabajos indirectos en China.
Los analistas indican que también representa un alivio para los mercados, aunque solo a corto plazo. Lo cierto es que, a través de un comunicado a la bolsa de Shenzhen (sur de China), la empresa aseguró haber negociado un plan para pagar los intereses de un bono que vencían este jueves y de cuyo reembolso muchos dudaban. El monto no fue informado.
Una posible reestructuración de deuda
El medio económico Bloomberg calculó el valor de estos intereses en 232 millones de yuanes (35,9 millones de dólares). "Para que la confianza se convierta en algo más significativo, el mercado deberá avistar parte de los amplios planes de reestructuración de Evergrande", dijo Gary Dugan, jefe ejecutivo en Global CIO Office.
Por el momento, la situación del grupo sigue manteniendo en vilo a los mercados internacionales, que cayeron esta semana entre temores de un potencial contagio al conjunto de la economía china.
La mayoría de los analistas estiman que una caída de Evergrande tendría un efecto similar al derrumbe de Lehman Brothers, el gigante que hizo colapsar los mercados internacionales y las economía de los países en 2008.
Con una ayuda del gobierno chino
Evergrande colapsó por un fuerte endeudamiento que ahora supera los 300 mil millones de dólares. La semana pasada, el grupo admitió estar "bajo tremenda presión" y reconoció la posibilidad de que no pudiera hacer frente a sus obligaciones.
Su situación, con unos 1,4 millones de viviendas en construcción por entregar, generó protestas de clientes, proveedores e inversores con miedo a perder su dinero. Su presidente y fundador, Xu Jiayin, dijo a sus empleados que el grupo "podrá salir pronto de su momento más oscuro".
La empresa contrató expertos para tratar de evitar el colapso y, según informaciones de Bloomberg, los reguladores estatales también enviaron un equipo de asesores para ayudar al grupo.
Los temores a una quiebra y un contagio a la economía china y mundial sacudieron las bolsas esta semana. El director de investigación macroeconómica del Banco Asiático de Desarrollo, Abdul Abiad, aseguró que "las reservas de capital del sistema bancario de China son suficientemente fuertes para absorber un impacto, incluso del tamaño de Evergrande, si se produce".
"Eso garantiza una vigilancia cuidadosa porque el inmobiliario es un componente importante de la economía china (...) Si el sector inmobiliario se ve impactado, podría tener efectos para el conjunto de la economía china", advirtió.