Este jueves en la ciudad húngara de Pécs se celebrará la Fiesta del Tango. Pero había un problema: el baile estaba prohibido por una norma municipal que, a pesar de que había caído en el olvido, todavía estaba vigente. El ayuntamiento de Pécs decidió ponerle fin a la vieja regla y aprobó una moción que habilita a la población a disfrutar del dos por cuatro.

"Considerando que la ciudad de Pécs quiere popularizar el tango, bailado en todo el mundo, y enriquecer la ya multifacética cultura local, expresa simbólicamente su intención de que en el futuro todos puedan practicar el tango sin limitaciones", indica la moción, que contó con el respaldo de todos los partidos políticos en el ayuntamiento.

La prohibición fue sancionada en 1922 cuando el Gobierno local consideró que el tango, el shimmy, el one step y el fox-trot "ofenden al gusto y la moral pública, al propagar el erotismo y no el entretenimiento".

Pero la norma no tardó en caer en el olvido: actualmente en la ciudad -una de las cinco más importantes de Hungría y donde viven 140 mil habitantes- funcionan cinco academias de tango.

El veto ha sido levantado a iniciativa del concejal Tamás Horváth, que descubrió que esa prohibición se mantenía oficialmente y propuso anularla justo cuando la ciudad acoge el 15 Encuentro Internacional del Baile, dentro del que este jueves se celebra la Fiesta del Tango de Pécs.