En agosto pasado, las exportaciones subieron un 63 por ciento interanual y alcanzaron 8093 millones de dólares, el mayor nivel registrado desde mayo de 2013, impulsadas por derivados de la soja, maíz y autos. La mejora de las ventas externas se debió a un avance tanto de los precios como de las cantidades. Por su parte, las importaciones se ubicaron en 5754 millones de dólares. De modo que la balanza comercial registró un superávit de 2339 millones de dólares, el valor más alto desde noviembre de 2019.
En ocho meses, el ingreso de divisas por la vía comercial asciende a 10.649 millones de dólares, el mejor registro de los últimos diez años con excepción del 2020, que estuvo muy afectado por la pandemia. La marcha del comercio exterior es uno de los frentes positivos para la macroeconomía, dado que aporta dólares genuinos en un contexto de restricción financiera y debilidad de las reservas líquidas del Banco Central.
El desempeño de la balanza comercial está por un lado favorecido por la situación de los precios internacionales. Sin ir más lejos, con los precios de 2020 el saldo comercial de agosto no hubiese sido de 2339 millones de dólares sino de 1541 millones. La mejora de los precios se concentra en los productos del complejo agropecuario.
Las ventas
Las exportaciones aumentaron 63,3 por ciento respecto a igual mes de 2020, debido a un incremento de los precios de 30 por ciento y de las cantidades de 25,7 por ciento. Todos los rubros exportadores crecieron: productos primarios lo hizo en un 69,2 por ciento; manufacturas de origen industrial, un 60,4 por ciento; manufacturas de origen agropecuario, el 46,8 por ciento y combustibles y energía, un 182,4.
A nivel de productos, los principales determinantes fueron porotos de soja, maíz en grano, harina y pellets de la extracción del aceite de soja, aceite de soja en bruto, picks-up, energía eléctrica, aceites crudos de petróleo, biodiésel, aceite de girasol y trigo.
En ocho meses, las exportaciones de cereales acumulan 8945 millones de dólares, una mejora anual del 25,9 por ciento. Harinas y pellets de soja facturaron en forma acumulada 9018 millones, un avance del 57,2 por ciento en relación al mismo período del año pasado. En tanto, el aceite de soja acumula 5947 millones, lo cual implica un avance del 85,4 por ciento.
El sector químico registra exportaciones en lo que va del año por 3241 millones de dólares, un crecimiento anual del 55 por ciento y el rubro automotor, de 3985 millones, una suba interanual del 88 por ciento. En tanto, las exportaciones de petróleo registran un acumulado de 1108 millones de dólares, 56 por ciento por encima de 2020.
En ocho meses, el principal destino de las exportaciones es Brasil, con el 14 por ciento, seguido de China (8,7 por ciento), Estados Unidos (6,2), India (5,0) y Chile (4,8).
Las compras
Las importaciones se incrementaron un 64 por ciento respecto a igual mes del año anterior. Tuvo preponderancia la suba de 33,4 por ciento en las cantidades, mientras que los precios avanzaron en un 22,8 por ciento.
Todos los usos económicos registraron variaciones positivas, salvo vehículos automotores de pasajeros, que cayó 4,2 por ciento. Los bienes de capital crecieron 38,3 por ciento, los bienes intermedios, 61,1 por ciento y piezas y accesorios para bienes de capital, 88 por ciento. Estos datos reflejan la dinámica de la inversión privada en la economía nacional en relación a un período de parate total por la pandemia.
Bienes de consumo muestra un crecimiento del 18,7 por ciento, muy por debajo de la media de las importaciones. La diferencia se explica por la debilidad del poder adquisitivo medido en dólares junto a la política de administración de importaciones a través de las licencias no automáticas, que favorecen la producción local.
En cambio, combustibles y lubricantes subió 222,8 a causa del gas natural licuado y gasoil para abastecer la demanda invernal.