Unidad y resistencia podría ser la síntesis del resultado del Comité Central Confederal (CCC) de la CGT que sesionó en la histórica sede de la calle Azopardo. La unidad anunciada está relacionada con el proceso de renovación de sus autoridades que, según señala el documento final, busca contener a todas las corrientes internas, incluido los camioneros representados ayer en el encuentro por Pablo Moyano, en la conformación del nuevo consejo directivo que se elegirá el próximo 11 de noviembre (donde Héctor Daer aspira a continuar al frente de la central obrera) y que, por primera vez, incluirá mujeres en un porcentaje que intenta cumplir con la paridad de género. Pero esa unidad también está entrelazada con la resistencia declamada por la CGT, y que se refiere al anuncio de campaña del macrismo de avanzar en una reforma laboral con la consiguiente eliminación de derechos de les trabajadores. En ese contexto se escucharon discursos llamando a militar para revertir el magro resultado electoral de las PASO y se comprometieron a explorar el complicado camino de la unidad, repitiendo la experiencia del Frente de Todos, que les permitirá "garantizar la plena vigencia de toda la legislación sindical y laboral" y "encarnar la esperanza de los trabajadores y demostrar que es posible lograr un modelo social de desarrollo, producción y trabajo",
El CCC se realizó en el salón Felipe Vallese. Hasta allí llegaron los 201 delegados que antes deberieron sortear una valla y confirmar su identificación para garantizar que, según indicaron los organizadores, estuvieran solo los elegidos por cada unión, federación y organización gremial. Además, era preciso ser estrictos para poder cumplir con el protocolo de pandemia. Por unanimidad los delegados aprobaron la reforma del Estatuto de la CGT para posibilitar la incorporación de mujeres en la futura conducción, ratificaron la movilización del próximo 18 de octubre y, sobre todo, la realización del congreso del 11 de noviembre donde deberán elegirse las nuevas autoridades.
El escenario estuvo destinado solo para los actuales cosecretarios de la central obrera, Héctor Daer de sanidad y Carlos Acuña (garages), quienes dirigieron la reunión. La intención de plasmar la unidad en este confederal, trabajada particularmente desde hace tiempo por Daer, llevó a que uno de los temas de la agenda, un conflicto de encuadramiento entre el Smata y el gremio que conduce Acuña, se postergue y se resuelva en otro ámbito.
"Estuvieron presentes todos los sectores del movimiento obrero. Esto nos permite hacer el esfuerzo por concretar la unidad el próximo 11 de noviembre", aseguró Daer a este diario y resaltó el respaldo unánime de los delegados de las 138 organizaciones sindicales presentes a lo acordado.
El documento aprobado, también por unanimidad, no hace explícito su apoyo al gobierno de Alberto Fernández, tampoco lo critica, pero hace referencia al contexto y a los peligros que acechan a los trabajadores desde la carpa opositora.
"La unidad no es un valor en sí mismo, sino la mayor expresión de fortaleza que debemos ofrecerle a los trabajadores en momentos en los que los indicadores sociales nos demandan la máxima atención", advierten los gremialistas. Es más, señalan que "los adversarios de los trabajadores nunca descansan: cuando alcanzan el gobierno por la fuerza o por los votos, siempre buscan atomizar el Modelo Sindical, fragmentar la negociación Colectiva y desfinanciar a la Seguridad Social".
Por si faltaran pistas a quien se refieren, la CGT indica que esos sectores están "agazapados en la oposición, no dudan en proponerle a los ciudadanos una reforma laboral, la eliminación de la indemnización por despido y la negociación individual de condiciones laborales. Han perdido la vergüenza y los temores al repudio social", afirman.
Las elecciones legislativas, que todos los dirigentes gremiales prevén complicadas mas no imposibles, aparecieron en algunos discursos que allí se escucharon. Antonio Caló, secretario general de la poderosa Unión Obrera Metalúrgica (UOM) comparó la derrota de las PASO con un partido amistoso y dijo que es preciso poner toda la energía en el partido de verdad que son los comicios del 14 de noviembre, para defender a los trabajadores.
"Este proceso de unidad es imprescindible porque nadie negocia con débiles. Eso ya nos pasó cuando nos dividimos", aportó el titular del gremios de pilotos, Pablo Biró que además advirtió que "tenemos que estar atentos porque la economía está devastada y debemos frenar el intento opositor de ir contra los derechos de los trabajadores".
Luego hubo referencias de apoyo a los candidatos que provienen del mundo sindical como el bancario Sergio Palazzo y el titular de curtidores, Walter Correa. Es más que probable que la ausencia de referencia de esos candidatos en el documento tenga que ver con un "dolor" que quedó en la conducción cegetista porque no fue consultada a la hora del armado de las listas electorales.
El camino hacia la unidad
Desde hace un tiempo, Daer es uno de los integrantes de la conducción de la CGT que no oculta su intención de continuar al frente de la central obrera. Junto a otros dirigentes que le dan cuerpo a los grupos sindicales conocidos como "gordos" e "independientes", llevó adelante un proceso de acercamiento con otros grupos gremiales. Fue el caso del "Núcleo del MTA", que tienen como referente a Biró, y también con el bancario Palazzo y la Corriente Federal. Muchos de ellos participaron de reuniones de mesa chica ampliada lo que permitió ir diluyendo las viejas desconfianzas.
En tanto que el acercamiento con Hugo Moyano estuvo a cargo de José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Rodolfo Daer (alimentación). Esa tarea tuvo su fruto cuando ingresó al salón el secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano. No habló pero aprobó por unanimidad el documento que surgió hacia el final del encuentro.
En el mientras tanto y hasta que llegue el 11 de noviembre, en la CGT hay dos tareas. La primera es la organización de la marcha prevista para el lunes 18 de octubre, que prevén multitudinaria y que servirá para respaldar al gobierno y sus candidatos a los comicios legislativos. Pero sobre todo, lo que deberá resolver la conducción de la central obrera es si su conducción continuará siendo tripartita. Por ahora, los nombres que más resuenan son el de Héctor Daer y el metalúrgico Caló. Por el contrario, pocos apuestan a que el gastronómico Luis Barrionuevo podrá imponer a un hombre suyo en la conducción cegetista.