Un susurro de voces que acunan, el latido de los parches que abren paso a los versos: “Dicen que el carnaval viene por el camino de Salta y en Loreto se detiene porque lo esperan sin falta”, así se inicia “Vidala en mi zamba”, la propuesta honda y “recién nacida” de Eva y Nadia.
En sus redes, las cantoras sintetizan que el disco “tiene perfume de carnaval, cajas chayeras, y piso de tierra. Se nutre de la boca del pueblo y del paisaje pasado, del gusto de cantar a dos voces, nuestra infancia en Salta, un viaje iniciático a Santiago del Estero, y el amor por lo anónimo y popular”, enumeran. Y agregan: “La vidala como lugar y tiempo nos trajo las canciones de este nuevo disco, inspirado en aquellas sonoridades más tempranas del folklore del NOA y en los giros poéticos de la copla vidalera y la sencillez de su forma. Este género que nos hermana en la música, nos encuentra ahora cantando zamba y bailando chacarera”.
En su recorrido, las artistas trazan un itinerario sonoro que incluye además de las especies folklóricas del título, carnavalito, wayno y otras. Cada una de ellas tiene gran vastedad. En esta línea, sobre el criterio de selección de las obras, Sola dijo a Salta/12: “La elección del repertorio de este disco fue un trabajo muy cuidadoso, que lleva como hilo conductor la vidala; como época, como región geográfica, como espíritu poético y popular, termina acercándonos el resto de las canciones de este disco”.
Y Szachniuk describió: “Una zamba que habla de la vidala, una chaya vidalera catamarqueña, una vidala santiagueña pero cantada al estilo de comparsa salteña, una zamba tucumana con inflexiones bien antiguas, una chacarera sin estribillo… En fin, antes que nada, son canciones que nos emocionaron, pero estas siempre traen vestigios del pasado, comparten el origen de la vidala como canción argentina. Y esto es lo que nos cautiva evidentemente”.
La trama del canto
En su proyecto, las cantoras abordan a autores icónicos, como los hermanos Simón o Atahualpa Yupanqui, y retoman también la labor de valiosos recopiladores. De este modo, sobre quienes compendiaron y ampliaron el acervo musical, Nadia destacó que además de escoger entre el sorprendente material que les acercó Andrés Chazarreta (nieto) sobre los registros de Don Andrés, esta vez hicieron “una búsqueda paciente entre las recopilaciones de Isabel Aretz, Carlos Vega, Leda Valladares, Raúl Cortazar. Estos musicólogos y recopiladores felizmente salvaron del olvido un montón de material hermoso, propio y único, y les estamos inmensamente agradecidas”.
La dupla comenzó a andar cuando sus integrantes tenían apenas 13 años y con el paso del tiempo creció en su búsqueda interpretativa, en la profundidad y la amalgama de sus voces. Tal vez por eso Juan Falú opinó, alguna vez, que “sus destinos musicales, ligados a diversos lenguajes más lejanos a los de su Salta natal, no confrontan con aquellas pertenencias de la cuna, sino que se fusionan enriqueciendo, en este caso, la trama del canto”.
En consonancia, Nadia explicó: “Con Eva nos encontramos muy naturalmente y desde chicas en el gusto de cantar a dos voces de la manera más intuitiva y sencilla, encontrando la complejidad en esa sencillez… los fraseos, los matices, las palabras, la sonoridad de la caja en conjunción con las voces, la predilección por lo antiguo y lo rústico. El canto con caja reúne todas estas características, y en este sentido nos contiene, más que sostenernos o afirmarnos”.
Recuerdo de una década
Hace exactamente 10 años, las jóvenes salteñas salieron al ruedo con la peculiaridad de Vidala, un disco debut que reposicionó al canto ancestral del NOA con clásicos como “Serás libre palomita”, “Ay naranjal” y una conmovedora versión de “La catamarqueña”. Tal fue el impacto que la placa resultó nominada a tres Premios Gardel y obtuvo una estatuilla en la categoría Mejor Álbum Nuevo Artista de Folklore, en 2012.
De ayer a hoy, el conjunto ha evolucionado y al mirar hacia atrás, Eva Sola asegura que aquel acontecimiento les dio mayor visibilidad: “El haber obtenido aquel reconocimiento fue una enorme sorpresa ya que nunca imaginamos que este repertorio tendría ese alcance. A raíz de eso mucha más gente llegó a conocernos y eso fue un empujón para seguir como dúo. En aquel momento yo vivía en Europa y darle continuidad a este proyecto se complicaba, pero la semilla de este nuevo disco ya estaba germinando y tomó su tiempo, pero finalmente vio la luz”.
Un disco y cuatro ciudades
El dueto desplegará el particular repertorio de su segundo material centrado en el folklore del norte argentino en diversas ciudades. El primer punto del itinerario será Buenos Aires, con un show el sábado 25 de septiembre en Dumont 4040 (Santos Dumont 4040, CABA). Luego, el viernes 1 de octubre a las 21.30, recalarán en El Teatrino (Aniceto Latorre 1211), en la ciudad de Salta, y seguirán hasta la Sala Barbarita Cruz, del CAPEC (Belgrano 547, Tilcara), donde actuarán el sábado 2 de octubre a las 20.
La gira, de la que participarán el guitarrista salteño Seva Castro, el bandoneonista jujeño Santiago “el Tarco” Arias y el percusionista mendocino Facundo Guevara, terminará en la provincia de Armando Tejada Gómez y Tito Francia, con un concierto en la sala Chalo Tulián, de Nave UNCuyo, Mendoza, el viernes 8 de octubre a las 21.30.
“Serán espectáculos con proyecciones audiovisuales y una puesta escénica acorde al universo que se escucha en el disco, y algunas sorpresas más. La intención es ofrecer la posibilidad de viajar con nosotras por estas rutas musicales que nos emocionan, a la vez que festejar el reencuentro presencial”, adelantaron las cantantes. Y para cerrar dejaron una reflexión el canto que eligieron: “La copla es una manifestación antigua pero que tiene vigencia y al ser una expresión popular, se transforma y actualiza constantemente, llenándose de sentido. Su potencia no claudica y sigue siendo la voz del pueblo, que dialoga entre la memoria y la contemporaneidad”.