El presidente de Bolivia, Luis Arce, condenó la participación de actores “nacionales” e “internacionales” durante el golpe de Estado contra Evo Morales en 2019. En ese sentido, volvió a denunciar al gobierno de Mauricio Macri por haber “enviado armas y municiones a los golpistas”.
Durante su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Arce se refirió a la ruptura del orden constitucional en Bolivia ocurrió por la actuación de “políticos que no cuentan con el respaldo del pueblo en las urnas, de malos efectivos de la policía y las fuerzas armadas, de la jerarquía católica y los medios”.
En esa línea, el presidente boliviano condenó la participación de la Organización de Estados Americanos (OEA), “a través de su secretario general, Luis Almagro” y “de otros gobiernos como el de Mauricio Macri que enviaron armas y municiones a los golpistas”. También aseguró que tuvieron un rol en el quiebre institucional “representantes de la Unión Europea y otras organizaciones no gubernamentales”.
“Nuestro compromiso con el pueblo boliviano es que se haga justicia por las 38 vidas perdidas, los cientos de heridos y por las violaciones a los derechos humanos”, planteó Arce ante los líderes mundiales.
En julio de este año, el gobierno boliviano denunció que la administración de Mauricio Macri envió “material bélico” con el fin de colaborar en la represión de cientos de ciudadanos que se manifestaron contra la asunción de la presidenta de facto, Jeanine Áñez.
Otros puntos
Durante su discurso, Arce también hizo hincapié en las consecuencias de la pandemia provocada por la covid-19 y lanzó varias críticas al sistema capitalista por lógica de inequidad y desigualdad.
“La pandemia ha demostrado la fragilidad de nuestras sociedades y Estados, generando impactos sin precedentes en la salud, la economía, la educación, entre otros ámbitos”, sostuvo el mandatario.
Además, señaló que el capitalismo “ha mercantilizado todos los ámbitos de la vida social, y la salud no escapa a sus tentáculos”.
En ese sentido, sostuvo que la ciencia médica “debe estar al servicio de la humanidad”. Por eso, pidió a los laboratorios internacionales que “liberen las patentes y compartan el conocimiento y tecnología para producir vacunas, y mediante un trabajo conjunto” se garantice “el acceso inmediato a todas las personas de todos los países del mundo”.
Asimismo, pidió que Naciones Unidas trabaje para “evitar el acaparamiento de vacunas” y promuevan “el acceso universal justo y equitativo”.
Finalmente, Arce planteó el problema de acceso a recursos que tienen los países de América Latina, el Caribe y África. Por eso propuso “avanzar en el alivio de la deuda externa para apoyar políticas sociales para poblaciones en situaciones de vulnerabilidad”.