A casi dos años de la irrupción de la pandemia de coronavirus en el mundo, la comunidad científica intenta dar respuestas aún a los efectos secundarios que se registran después del alta en los pacientes que cursaron la enfermedad. Long covid, covid larga, poscovid o covid prolongado fueron los términos elegidos para referirse a estos síntomas persistentes en los adultos pero, ¿qué pasa con los niños que se contagiaron?
La particularidad de la respuesta inmunológica de los organismos de los más chicos los deja exentos muchas veces de las manifestaciones más molestas y severas de la enfermedad, dado que en un 90 por ciento de los casos cursan la covid-19 como asintomáticos. No obstante, un pequeño porcentaje de niños puede sufrir a posteriori complicaciones graves por el raro síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (Mis-C, de acuerdo a sus siglas en inglés).
Este síndrome comparte características clínicas con la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de shock tóxico, según advierte la Sociedad Argentina de Inmunología (SADI) en un comunicado. En caso de no ser diagnosticado a tiempo, puede comprometer al sistema nervioso central y a varios órganos internos, como el corazón, los riñones y los pulmones, entre otros.
De acuerdo al último informe epidemiológico del Ministerio de Salud sobre esta franja etaria, hasta el 9 de agosto de este año hubo 208 casos de Mis-C o Sim-C confirmados en la Argentina. En noviembre de 2020 el ministerio registraba apenas 61 casos. Este dato confirma que el número de pacientes con Mis-C fue aumentando al ritmo de propagación de la pandemia, tal como señalan los expertos.
"El Mis-C tiene que ver con una respuesta inflamatoria inmunológica del organismo que genera una reacción inflamatoria desmedida", explicó a Página/12 Oscar Trotta, médico pedriatra y miembro del Consejo de Administración del Hospital Garrahan.
Uno de los principales problemas del síndrome es que se presenta de forma tardía en el curso de la infección por SARS-CoV-2 (alrededor de los 30 días después del contagio), por lo que muchas veces puede ser confundido con otro cuadro infeccioso. Los médicos se enfrentan con otra gran dificultad para diagnosticarlo: la mayoría de los niños tienen coronavirus sin saberlo.
"Es muy difícil saber en realidad qué porcentaje de niños con infecciones por covid hacen síndrome porque el 90 por ciento de los chicos con coronavirus no tienen síntomas, entonces uno no tiene la noción del número de pacientes pediátricos que se infectaron por covid y cuántos tuvieron el síndrome por fuera de la enfermedad", resaltó Rubén Cuttica, médico reumatólogo consultor del Hospital General de Niños "Pedro de Elizalde".
Los especialistas, sin embargo, tienen en claro que estos cuadros clínicos aumentaron significativamente durante la pandemia. Esto genera nuevos interrogantes ante la posible expansión de la variante Delta, que ya probó infectar más que las otras. "Probablemente haya más chicos que se infecten y, al haber un número mayor de contagios, aumentarán también los diagnósticos de Mis-C", estimó Trotta.
Cuáles son los síntomas del Mis-C a los que hay que estar atentos
De acuerdo a los expertos, la enfermedad se caracteriza por fiebre alta, inflamación de los ojos sin secreción y náuseas o dolor abdominal. En los casos más avanzados o que no fueron diagnosticados a tiempo puede darse también una afectación de las arterias coronarias o miocarditis.
"Hay un grupo de pacientes pediátricos que tienen infecciones por covid que hacen fiebre muy alta y reacción inflamatoria, más o menos el 30 por ciento tienen esa característica. Otro 30 por ciento lo cursa como una enfermedad similar a la Kawasaki típica (con ojos rojos, mucosa de la boca inflamada, ganglios inflamados, fiebre de más de cinco días, erupción cutánea y aneurisma de las arterias coronarias), en tanto que otro 30 por ciento tiene un cuadro inflamatorio severo y afectación multiorgánica que puede comprometer al corazón, al sistema nervioso central y a los pulmones", explicó Cuttica.
Más allá de la fiebre, que es el principal indicador, también en estos cuadros son muy frecuentes los síntomas digestivos: un 80 por ciento de los chicos afectados padecen cuadros caracterizados por dolor abdominal, diarreas y vómitos, según detalló Cuttica.
"Frente a los síntomas mencionados, hay que hacer una consulta temprana al pediatra para hacer un diagnóstico precoz y tratamiento oportuno", enfatizó.
De todas formas, puede ocurrir que los síntomas característicos no se presenten en su totalidad y que se trate de un "Kawasaki incompleto". En esos casos, Cuttica recomienda a los médicos realizar un ecocardiograma para descartar que haya dilatación de las arterias coronarias. Otro estudio que puede dar cuenta del síndrome cuando no haya fiebre es la ecografía abdominal, porque a partir de ella se puede determinar si hay afección en el aparato digestivo o en la vesícula biliar.
Cómo se relaciona el Mis-C con el coronavirus y por qué solo afecta a los niños
Este cuadro se describió por primera vez en Inglaterra y en Italia durante el primer período de la pandemia. A raíz de distintos estudios a pacientes en terapia intensiva, los médicos detectaron que la incidencia de la enfermedad de Kawasaki había aumentado 30 veces en los niños desde la irrupción del coronavirus. Más tarde se encendieron las alarmas también en Estados Unidos, ante el incremento de pacientes menores de edad internados con complicaciones generalizadas.
"Cuando el virus ingresa al organismo, este ensaya una respuesta inmunológica para atacarlo y evitar que se replique. Esta respuesta está acompañada por otra inflamatoria. Cuando es desmedida, ataca a las grandes arterias del organismo y se produce una arteritis de la aorta abdominal, se inflaman las arterias ilíacas y las arterias cerebrales", puntualizó Trotta sobre la relación entre el coronavirus y la enfermedad.
Esta respuesta inflamatoria en los niños afecta principalmente a las arterias más grandes del organismo. En los adultos, la defensa contra el virus es distinta porque en su caso "no se llega a una reacción inflamatoria generalizada, sino que la inflamación ante el virus se da principalmente en la vía aérea de los pulmones, que termina en colapso respiratorio", indicó Trotta. En el Garrahan atendieron más de 10 casos de Mis-C y todos requirieron internación, aunque no se registraron secuelas importantes ni persistieron los síntomas gracias a su pronto diagnóstico, según el pediatra.
Cómo se tratan los casos de Mis-C
Trotta y Cuttica coinciden en que el tratamiento contra el Mis-C resulta efectivo en la mayoría de los casos y que, en los diagnósticos tempranos, no se registran secuelas significativas después de cursar la enfermedad. De acuerdo al Ministerio de Salud, en el país solo murió un niño por el síndrome. "A pesar de que en algunos pacientes puede ser muy grave la enfermedad y requerir internación, el paciente se recupera", remarcó Cuttica.
Para Cuttica es fundamental que un equipo multidisciplinario acompañe al paciente una vez que se registre hipotensión o un shock que requiera internación. Si bien el síndrome no tiene un tratamiento específico, y muchas veces los médicos tienen que actuar según cada complicación que se presenta, los niños "responden muy bien a la gammaglobulina a altas dosis por vía indovenosa y a los corticoides". "Es casi como algo mágico, a las 24 hs de darle gammaglobulina al paciente este no tiene más fiebre y mejoran todos los síntomas", agregó el médico.
No obstante, es importante que este tratamiento se realice a tiempo. "La enfermedad puede dejar secuelas si no se la trata de forma temprana. El médico que sospecha que su paciente puede tener el síndrome, y no encuentra otra cosa que justifique ese cuadro, lo tiene que tratar con gammaglobulina antes de que se cumplan los 10 días con fiebre. Si uno demora en el tratamiento hay más riesgos de que se desarrollen aneurismas coronarios y, una vez que se generan esas lesiones, no todo vuelve a la normalidad", advirtió Cuttica.
En ese sentido, el comunicado de la SADI indica también "la necesidad de aumentar la sensibilidad en la sospecha clínica y fortalecer la vigilancia y notificación sanitaria" sobre el Mis-C.
Tanto Trotta como Cuttica recomendaron a los padres no bajar los brazos ante las medidas de cuidado (uso del barbijo, distancia social y constante lavado de manos) para "proteger a los chicos del contacto con el covid". El médico del Garrahan agregó la importancia además de "vacunar a los chicos" en cuanto haya disponibilidad de inmunizantes para la población menor de edad.