Desde Río de Janeiro
El discurso de Bolsonaro en la ONU una vez más planteó una pregunta que la gente no puede entender: ¿por qué una persona así se convirtió en presidente de Brasil y aún permanece en ese cargo?
Un país que ya ha estado representado en la ONU, entre otros, por Fernando Henrique Cardoso y Lula. Un país que alguna vez tuvo el sistema de vacunas más importante del mundo. Un país que ha tenido gobiernos tan reconocidos y prestigiosos en el mundo como los del Partido de los Trabajadores. ¿Cómo puede ahora ser representado por alguien que desprecia la ciencia, las vacunas, que gobierna sin políticas sociales, que no habla de las desigualdades, del hambre, de la pobreza, de la reanudación del desarrollo, que no se comporta con la mínima dignidad que se exige a un presidente de la República?
Explicaciones políticas
Incluso con todas las explicaciones políticas que se han dado, el mundo y nosotros mismos nos preguntamos cómo Brasil pudo llegar a esta situación. ¿Cómo bajamos tanto, después de haber tenido gobiernos y líderes considerados ejemplares en el mundo, en este siglo?
¿Cómo podría un país, con la democracia restablecida, elegir a una persona como Bolsonaro para la presidencia de la república? ¿Cómo se mantiene en esa posición?
Eso sí, demuestra que no había democracia, si el candidato favorito en las urnas fue detenido, condenado y se le impidió ser candidato, aunque poco tiempo después fue liberado y declarado inocente por el mismo Poder Judicial que lo había detenido, condenado e impedido ser candidato.
Eso sí, demuestra que el sistema político y legal actual es totalmente incompetente para evitar que esa persona, cometiendo todo tipo de delitos, permanezca en la presidencia, sin ser sometida y removida por un juicio político. Debe haber alguna falla profunda en ese sistema que le permitió acceder a la presidencia y ahora no puede desalojarlo.