El camarista Mariano Llorens fue denunciado por haber mantenido encuentros con Mauricio Macri mientras era presidente. Llorens es uno de los jueces que en estos momentos tiene en sus manos el futuro de la causa de espionaje que involucra a hombres que rodeaban al entonces mandatario. Con esta denuncia, Llorens ingresa al círculo de magistrados que mantenían contactos reservados con Macri --mientras tenían poder decisión en causas que involucraban a exfuncionarios kirchneristas-- que integran los casadores Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.
La denuncia contra Llorens fue presentada por los abogados Rafael Resnick Brenner, Jorge Chueco, José Ubeira, Adrián Albor y Héctor Rodríguez, que son querellantes en la causa de espionaje que tramitó en Lomas de Zamora y se mudó a los tribunales de Comodoro Py. La causa quedó radicada en el juzgado de Sebastián Casanello y en la fiscalía de Ramiro González.
La presentación se hace eco de una nota del portal El Destape, que en abril pasado reveló que Llorens ingresó a la Casa Rosada el 17 de diciembre de 2018. Según los registros de entradas a la casa de Gobierno, el juez se dirigió al despacho de Asesores, que era ocupado por José Torello y compartido con Fabián “Pepín” Rodríguez Simón. A los minutos de la entrada de Llorens, se registró la llegada de Juan Bautista Mahiques, el funcionario del Ministerio de Justicia encargado de la relación con el Poder Judicial y quien representaba al gobierno de Macri ante el Consejo de la Magistratura. Según la denuncia, Llorens permaneció allí por cinco horas.
Los denunciantes mencionan, además, una visita a la residencia de Olivos, registrada el 6 de septiembre de 2019. En ese momento, Llorens ingresó con Pierre Pejacsevich, un exgerente del Banco Macro que solía jugar al bridge con el entonces presidente.
Según la presentación, el camarista habría visitado a Macri en coincidencia con fallos vinculados a causas de interés para el Gobierno, firmados como miembro de la Cámara Federal porteña, instancia de apelación intermedia de los doce juzgados del fuero. Llorens se incorporó a la Cámara Federal en 2018 después de haber concursado para ese puesto.
Los encuentros son, para los denunciantes, “una grave trasgresión” al reglamento para la justicia nacional. "Los jueces no están autorizados a tener relación con el Presidente de la Nación de esa manera y menos en secreto”, añadieron en la presentación a la que accedió Página/12. “Debe quedar claro que el hecho de que un Juez Federal que interviene en causas donde se investiga a funcionarios opositores, entre tantos otros, se reúna en privado con el Presidente de la Nación, es de por sí escandaloso y meritorio de una profunda investigación judicial”, reclamaron.
Los abogados aludieron a un "patrón que se repite no solo con el juez Llorens, sino también con otros jueces y fiscales, quienes luego de reunirse con Macri o con integrantes de la 'Mesa Judicial M', se pronunciaron en diversos expedientes agravando las situaciones procesales de opositores o bien alivianando la situación procesal de los funcionarios de aquel Gobierno, amigos y/o familiares".
El escándalo de las visitas a Macri estalló en febrero de este año cuando Martín Soria, por entonces diputado nacional, reveló que el presidente de la Cámara Federal de Casación, Hornos, había visitado a Macri en seis oportunidades en la Casa Rosada. Algunos de sus colegas le pidieron explicaciones y otros reclamaron su renuncia, pero el tema terminó apagándose. La situación volvió a encenderse cuando se conoció que Borinsky había visitado a Macri en Olivos en más de quince oportunidades.
La causa por las visitas de Hornos y Borinsky está en manos del juez Marcelo Martínez de Giorgi y de la fiscal Alejandra Mángano, que pidió que se investigue si los encuentros con el entonces presidente sirvieron de ocasión para que los camaristas sufrieran presiones.
Ahora, el fiscal González deberá decidir si debe investigarse a Llorens, a quien los denunciantes también le endilgaron haber mentido al responder la recusación que algunos de ellos habían presentado para que no interviniera en la causa de espionaje. En la última semana, volvieron a presentarse recusaciones contra Llorens y Pablo Bertuzzi después de que La Nación publicara que la Cámara se encaminaba a declarar la nulidad parcial de la investigación de Lomas de Zamora y a validar la teoría de Gustavo Arribas y compañía de que, en realidad, los espías que allí fueron investigados no respondían a un plan general de espionaje, sino que actuaban como cuentapropistas.