Sentado en el sillón presidencial, la foto de Maximilano Sánchez, el alumno del Pueblo Wichí nominado a mejor estudiante del mundo, generó remembranzas de aquella otra foto, la de Simón López, cacique wichí de la Comunidad Eben Ezer, de General Pizarro, en el sureste salteño, cuando en 2005 el fallecido presidente Néstor Kirchner le brindó el mismo lugar. En aquel momento empezaba la lucha por la Ley Nacional de Bosques Nativos que, aunque vigente, sigue siendo muchas veces tergiversada por normativas provinciales.
A sus 17 años Maximiliano encarna otra lucha, quiere que se conozca su cultura, y se la respete, según declaró cuando se hizo público su postulación para recibir el premio a mejor alumno del mundo.
Maximiliano estudia en la Escuela de Comercio 5.005 Juan XXIII, de General Mosconi, en el departamento San Martín. Vive en la comunidad Misión Wichí. Logró superar las desventajas estructurales educativas que él reconoce también en sus pares, y que explican en gran medida la alta tasa de deserción que se da entre estudiantes indígenas.
El mayor obstáculo es el idioma. El wichí es la lengua materna, pero en la escuela deben aprender en castellano, a menos que haya un auxiliar o maestro bilingüe. A ello se suman otras diferencias culturales, y también sociales y económicas que suelen ser, además, una desventaja a la hora de ingresar al sistema educativo.
Maximiliano fue propuesto por la profesora Eva Fernández, quien también recibió un premio a mejor docente en 2018 por la Fundación Varkey que impulsó ahora al Global Student Prize 2021. Ella lo conoció cuando en la primaria, el adolescente se ofreció a oficiar de nexo bilingüe entre alumnos de la comunidad wichí y la docente. Las dificultades idiomaticas impulsaron al estudiante a desarrollar una aplicación que traduzca ambos idiomas. El desafío real está en que la app funcione sin conectividad, dado que el acceso a Internet es casi imposible en esta parte del territorio salteño, donde habitan mayoría de pueblos originarios.
"Sos un orgullo para todos nosotros, sos un ejemplo", le dijo Alberto Fernández al estudiante en el encuentro en la Casa Rosada. Luego de la charla de más de una hora, el Presidente lo invitó a recorrer dependencias de la Casa de Gobierno, y en particular, visitaron el Salón Pueblos Originarios, ubicado en la planta baja, donde le relataron al joven la historia de ese lugar.
“El encuentro superó demasiado mis expectativas, no era lo que yo imaginaba, fue más allá”, relató Maximiliano al término del encuentro. “Estoy muy contento de conocer en persona a un Presidente que yo admiro y mi sueño se cumplió. Me habló con tanta sinceridad y confianza que más lo admiro”, detalló. “La reunión fue muy inspiradora, ahora me siento con las ganas para seguir adelante, fue una experiencia maravillosa”, concluyó.
Maximiliano indicó ayer que uno de los pedidos que haría al Presidente sería la creación de una escuela secundaria y una escuela de oficios en su comunidad para combatir la deserción escolar.
En su comunidad Maximiliano es conocido por ayudar a niños y adultos en diversas tareas que implican redacción o tecnología. Además, ha ganado la medalla de oro en las “Olimpiadas de Canguros Matemáticos”, y el primer premio en el Primer Concurso Provincial de Literatura (poesía de género). También se ha interesado por los teléfonos y dispositivos móviles, aprendiendo a arreglarlos, dando tutoriales y formando parte de una comunidad en línea de reparaciones y repuestos. “Con los fondos del Global Student Prize, ayudaría a otros indígenas que necesitan apoyo para escribir, y compraría herramientas y repuestos para hacer crecer su incipiente negocio”, dice el parte de Nación.
El jueves, día antes de la recepción del Presidente, el gobernador Gustavo Sáenz también se sacó su foto con una placa. Ayer, además de la profesora Fernández, de la reunión participó el senador nacional Sergio Leavy.