“Tenía pensado un retiro cerca de mis 50 años, por lo menos. Pero para eso era condición sine qua non continuar silenciada, sometida, apagada y viviendo para otros”, escribió Bianca Tedesco en una carta que publicó el 3 de septiembre en sus redes sociales. Bianca es árbitra de básquet, dirigió en el torneo Federal y en la Liga Argentina, y este fue el modo que encontró para hacer pública su salida de la actividad y el motivo: acoso sexual y hostigamiento por parte de un árbitro que además era el encargado de las designaciones arbitrales para cada partido. En el mismo mensaje, ella daba cuenta de la denuncia judicial que lleva adelante con las abogadas Paula Ojeda y Melisa García. “Las quiero nombrar porque es como tener a Messi y a Ronaldo en el equipo, son dos grandes personas y profesionales”, remarca Bianca en charla con Pibas con Pelotas.
–¿Cuál es el contenido de la denuncia?
–Lo que yo denuncié fue acoso sexual y hostigamiento por parte de Sebastián Moncloba, árbitro de la Liga Nacional de Básquet y también la persona que designaba; a mí me designaba en todas las competencias donde estaba, en lo que era Federación Regional y a nivel Nacional, él era el encargado de todo en las tres competencias profesionales que yo arbitraba.
–¿Cómo fue tu recorrido para llegar hasta este punto?
–El proceso mío arrancó más o menos en el mes de abril, que fue cuando mi cuerpo empezó a manifestarse con ataques de ansiedad y ataques de pánico, porque yo vivía del arbitraje y, de repente, me encontré sin recibir una designación. Habían pasado cuatro semanas y yo no había recibido ninguna designación, ahí fue cuando me empecé a sentir muy mal con estos problemas de salud mental y me dije “encima de todo me vengo bancando el acoso sexual por parte de Sebastián”.
–Es muy injusto lo que describís
–No entendía... me costó mucho esta cuestión de naturalizar tanto los hechos, estas cuestiones que a veces nos ponen a nosotras en la situación de pensar “si hablo, pierdo mi carrera” o “me van a tildar de quilombera o van a decir que estoy inventando”. Fue un proceso bastante difícil y en el mes de agosto pude hacer la denuncia. Ahí ya me había asesorado con las abogadas y compañeras como para poder dar un paso adelante.
–¿Cómo es el sistema que determina quiénes integran el equipo arbitral para cada partido?
–La verdad es que quien decidía todo hasta hace unos días era Sebastián. Yo soy árbitra de FeBAMBA (Federación del Área Metropolitana de Buenos Aires) por la CAB (Confederación Argentina de Básquetbol) y por la AdC (Asociación de Clubes de Básquetbol), que es la que maneja Liga Nacional, Liga Argentina y Liga Nacional Femenina, todo lo manejaba él.
–¿Y cuál era el criterio de designación?
–El criterio que usaba básicamente es “pongo a quien quiero”. Yo mencioné varias veces que él tiene una novia que obviamente triplicó y cuadruplicó la cantidad de partidos del resto porque no hay un registro, una transparencia, para poder saber cuántos juegos tiene cada quién. Siempre con amiguismos, no solamente él, sino la otra persona con la que él trabajaba, que se ha manejado de la misma manera. Por eso también incomoda tanto que yo hable de estas cuestiones.
–Con respecto a eso, en estos casos suele haber connivencia. ¿Qué actitud había por parte de quienes trabajan a la par del denunciado en los equipos que hacían las designaciones arbitrales?
–Fueron siempre cómplices. Si bien el que manejaba todo era él, como bien decís, trabajaba mancomunadamente. Pero la última decisión siempre era de Sebastián.
“Me eriza la piel recordar vivencias, mensajes, audios, situaciones de acoso sexual que naturalicé creyendo ‘está bien que esto suceda’ o ‘si quiero seguir dirigiendo voy a tener que soportarlo, no queda otra’. En realidad sí quedaba otra, pero era demasiado dolorosa la opción de reconocer lo que había vivido y aprender de eso para comunicarlo”. La carta en redes sociales y la denuncia de Bianca fueron contundentes por su precisión en la descripción de los hechos. En el ámbito público recibió un apoyo rotundo (“Se contactaron periodistas especializados, entrenadores, me escribieron un montón de personas dándome su apoyo, y también medios que no tienen nada que ver con el deporte”, repasa). En lo legal, la causa tramita en el Juzgado N°25 y la Fiscalía N°36 de la Ciudad de Buenos Aires y ambos dictaron una medida de resguardo que prohíbe cualquier intento de contacto por parte del imputado. Por su parte, la CAB suspendió todas las actividades del denunciado.
–¿Qué pasó después de la denuncia?
–Nos reunimos con la Secretaría de Género y Deporte, estamos trabajando en conjunto con Inés Arrondo y con Guillermina Gordoa. Cuando hablamos con ellas, enseguida mandaron la notificación a la CAB para ponerlos al tanto de la denuncia judicial y que activen el protocolo de violencia de género de manera urgente por más que él todavía no había sido notificado por la fiscalía. Ellas actuaron enseguida y en menos de 48 horas ya lo habían sacado de su puesto; él no puede designar en ninguna de las asociaciones o federaciones y tampoco puede dirigir hasta que toda esta situación sea resuelta.
–¿Y después de publicar la carta?
–No esperábamos la repercusión que tuvo. Yo escribí la carta y en un grupo de whatsapp que tengo con mis abogadas, les dije: “Me gustaría poner esto en mis redes, ¿qué les parece? ¿Puede perjudicar la causa, puede haber algún problema?”. Porque hasta ahí nadie sabía que yo había hecho una denuncia. Me dijeron que lo hiciera tranquila porque era mi descargo emocional. Y explotó.
–¿Cómo reaccionaron tus colegas?
–Me han escrito algunas compañeras resaltando la valentía sobre algo que ellas no se animaban a decir, sobre todo en referencia al hostigamiento; esto de que si vos decís algo y a ellos no les gusta, te dejan sin partidos. La pasamos muy mal con esas cosas, es muy tortuoso. El acoso sexual es un agravante pero te digo que solamente el hostigamiento sería suficiente para denunciar.
–¿La CAB es el organismo que debería garantizar la transparencia de las designaciones?
–En este momento, sí. Afortunadamente estamos en buen diálogo, me escribieron Fabián Borro, que es el presidente, y Karina Rodriguez, que es la representante femenina. También se contactaron desde el departamento de género. La idea sería trabajar en conjunto. Lo que yo busco ahora es construir, ojalá se pueda, ojalá podamos prever alguna reunión para pactar ciertos temas y ver qué es lo que se puede hacer, porque entiendo que a ellos también les sirve estar en buen diálogo conmigo y que toda esta situación que explotó no los exponga. Hay que entender que no es justo porque cada partido es plata. Estamos hablando de la economía de las personas también, entonces necesitamos transparencia y un poco más de equidad al distribuir los juegos. Eso aliviaría a muchos y muchas.
–¿Cómo estás vos ahora?
–Con mucha inestabilidad, tengo días que estoy bien, días más o menos y días que son horribles. Estoy con una psiquiatra y con una psicóloga llevando un tratamiento adelante y cumpliendo con lo que ellas me dicen, o tratando por lo menos, para estar mejor. Afortunadamente hace tiempo que no tengo crisis ni ataques de pánico o ataques de ansiedad, eso es bueno pero hay días donde me cuesta salir de la cama. Es un camino largo y estoy tratando de apoyarme en las personas más cercanas que tengo, mis compañeras y mi familia, para tratar de llevarlo lo mejor posible.
*Lucrecia Álvarez, Sofía Martínez, China Pereiro, Ornella Sersale