La escena trascendió de inmediato en el mundo, y pasó a ser tendencia en las redes sociales. La esgrimista argentina Belén Pérez Maurice finalizaba su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, a ser derrotada por la húngara Anna Marton, y al mismo tiempo recibía una propuesta inesperada.
El entrenador y novio de la atleta, Lucas Saucedo, le propuso casamiento cuando ella realizaba una entrevista para la televisión. Si bien la boda todavía no se concretó, todo está encaminado para que se realice en los próximos meses.
La repercusión que tuvo su desempeño en Tokio, de todas maneras, fue lo más impactante para ella, y junto a Líbero explicó la próxima meta que se propuso. Pérez Maurice habló en un evento organizado por GP Sports, y dejó su huella bien marcada.
--¿Tomaste conciencia que a partir de tu desempeño en Tokio la gente empezó a conocer un poco más sobre esgrima?
--Me di cuenta ahora, que vino mucha más gente a nuestro club a practicar esgrima, pero en ese momento no éramos conscientes que lo veía tanta gente. Lo que pasó a nivel mundial fue tremendo también, ya que estuvimos dando notas para China o India, lugares que nunca pensamos que se iban a enterar.
--¿Lo de Tokio fue algo novedoso para vos en cuanto a la exposición?
--No lo sé, pero es verdad que nunca me había pasado de tener tanta exposición. Aunque entiendo que luego va a pasar, y que son cosas pasajeras del momento. Lo que pretendo ahora es lograr algo importante para que se me recuerde por eso puntualmente.
--¿Y ese logro lo vas a seguir buscando?
--En relación a los Juegos Olímpicos quiero darme una chance más para poder ir a París 2024. Mi sueño sería lograr un diploma, estar entre las ocho mejores, que es algo que nunca se hizo en la Argentina. El tiempo es más corto porque faltan tres años, y la clasificación es un año antes. Con los Juegos Odesur y los Panamericanos va a pasar todo muy rápido.
--¿La meta de mínima sería estar entre las ocho en París?
--Si, aunque ganar un combate y pasar la primera ronda es muy difícil. De ahí para arriba sería algo histórico para mí.
--En Tokio se aceptaron por primera vez atletas transexuales, ¿lo tomaste como algo sorpresivo?
--La verdad, soy muy consciente de todo lo que está pasando con las identidades, y creo que son decisiones personales. Lo tendría que pensar mejor e investigar, porque no sé si me imagino en mi deporte compitiendo con una chica que sea transexual. Se tendría que ver el tema de las ventajas deportivas que pueden llegar a tener, porque tienen un desarrollo diferente hasta que hacen el cambio de sexo.
--¿Lo decís por el uso de la fuerza principalmente?
--Claro. Si a mí me ponen a competir con un hombre en esgrima, en el mismo nivel y en el mismo ranking mundial, voy a perder. Ellos son más fuertes y más rápidos que yo. Si bien en esgrima no gana el más fuerte y el más rápido, es cierto que tienen otra velocidad. En la Federación Internacional de Esgrima nunca pasó, y creo que deberían estudiar bien el caso.
--¿Los movimientos feministas te transmitieron algo especial?
--Creo que lograron, por ejemplo, que en los Juegos haya un abanderado hombre y una abanderada mujer. Y si bien antes podía ser una mujer sola, me pareció bueno que haya representación de los dos. También fue el primer Juego que la cantidad entre hombres y mujeres se emparejó, y eso es positivo.
--¿Y en el deporte creés que lograron cambiar algo?
--Pudieron hacer que la mujer tenga más presencia, y no es poco.
--¿Estás de acuerdo en esos reclamos que se hicieron en Argentina?
--Con ciertas cosas sí, porque yo me considero feminista en el sentido de que todos tenemos los mismos derechos. Y también hay cosas importantes para luchar, como el espacio y la igualdad en los sueldos. Mi deporte era tradicionalmente de hombres, y encima soy ingeniera en alimentos, algo que también estaba más vinculado al hombre. Aunque hay cosas con las que no comulgo.
--¿Cómo cuáles?
--Hay feministas que creen que el hombre es un enemigo nuestro, y en eso no estoy de acuerdo. Para mí somos todos iguales.