Dicen expertos trotamundos que los hay especialmente anhelados, como el de la micronación Akhzivland, en la costa norte de Israel, cuya población total consta de apenas 3 habitantes. Aunque si de los más bonitos se trata, apuntan el cultivado dedo hacia Arabia Saudita o Camboya. O bien, habiendo además de regiones turísticas y monumentales, mencionan los de la isla de Pascua o Machu Pichu, sin más funcionalidad que reconocer que el explorador ha estado ahí. Lo cierto es que no existe almita errante que no adore sumar más y más sellos en el pasaporte, vedette de ocasión, indeleble marca -suvenir y registro- de haber cruzado fronteras, ir más allá. Pues, consciente del fervor que los sellos despiertan, la diseñadora e ilustradora germana Anna Dittmer (aka Ribbit Knight) decidió crear una peculiar colección con vuelta de tuerca: marcar el paso hacia otros mundos, sitios ficcionales que solo existen en ciertas huestes digitales…
“En ocasiones, los videojuegos nos hacen sentir que estamos visitando tierras lejanas. A medida que los sistemas gaming se vuelven más poderosos, los universos que presentan se vuelven más inmersivos y envolventes, como en los casos de Horizon: Zero Dawn, Watch Dogs, o Skyrim”, advierte la web arty The Fox Is Black al presentar las estampas que Dittmer ha bosquejado para documentar sus viajes a mundillos gamer… Por caso, a terruños de Final Fantasy, Super Mario, The Legend of Zelda, Donkey Kong, Mega Man o Star Fox, algunos desarrollos por la artista tomados amén de destilar sus paisajes en simples -aunque encantadores- gráficos, que dejan asentados en forma “táctil” y emotiva sus travesías virtuales. “Cada diseño está dedicado a cierta locación o lugar de interés de distintos videogames, y son a la vez un recuerdo personal de mi propia historia como jugadora”, sintetiza la muchacha de Düsseldorf, Alemania, acerca de Pixel Passport, la encantadora serie en cuestión.
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