La escasez de nafta en el Reino Unido se agravó este fin de semana a causa de las "compras motivadas por el pánico", luego que el Gobierno ordenó el "racionamiento" en el comustible. La crisis responde a una consecuencia del Brexit y el endurecimiento a la migración: no hay conductores para manejar los camiones que abastecen las estaciones de servicio.
Tras las filas interminables en las estaciones, el ministro británico de Medioambiente, George Eustice, declaró este lunes que "por el momento" está descartada la posibilidad de acudir a la colaboración del Ejército para abastecer las estaciones de servicio.
Desde que el jueves el gigante petrolero BP anunció la clausura de algunas de sus estaciones en el país por falta de combustible, se registraron filas interminables de vehículos con gente anticipando el posible desabastecimiento. La crisis del abastecimiento se observó principalmente en las grandes ciudades y la capital, Londres.
La falta de nafta es tal que la Asociación Petrolera de Combustibles británica (PRA) advirtió que hasta dos tercios de sus miembros --unas 5.500 gasolineras independientes de las 8.000 que tiene el país-- tenían muy poco combustible el domingo y que el resto "estaban casi sin nada".
Medidas del Gobierno británico
"No tenemos planes, por el momento, de llamar al Ejército pero siempre tenemos una sección para contingencias civiles dentro del Ejército preparada, si bien no es algo que vayamos necesariamente a hacer ahora", aseguró Eustice.
El ministró explicó que están buscando instructores del Ministerio de Defensa para acelerar la formación de los transportistas y así despejar los retrasos con las personas que quieren someterse a los tests para conductor de camión de mercancía.
Frente a esta situación, también suspendieron temporalmente la aplicación de la ley sobre competencia a la industria de los combustibles para facilitar que las compañías pueden "compartir información" y "optimizar" el suministro a las gasolineras.