La Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y los Laboratorios Richmond inauguraron un Laboratorio educativo, “Jorge Di Pascuale”, para todos los estudiantes de grado y posgrado de la facultad.
Con esta alianza, los alumnos y alumnas de la UMET tendrán a su disposición un centro de experimentación y también contarán con la posibilidad de trabajar de cerca con un equipamiento de última tecnología.
"Este laboratorio representa lo que siempre quisimos hacer desde la UMET que es la alianza entre lo académico, el mundo real de la economía y el mundo real de los trabajadores. Y eso lo estamos haciendo desde las empresas privadas, como un laboratorio, y desde dos sindicatos que apuestan a la educación", destacó Victor Santa María, Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), durante la presentación.
"Estamos orgullosos desde la UMET y nuestros gremios de asociarnos con Richmond, porque ha demostrado que en plena época de pandemia, de cuarentena en la Argentina, que ha tenido siempre una visión social", agregó Santa María.
Por su parte, Cora Arias, secretaria de Investigación de la UMET, aseguró a Página/12: "El convenio de colaboración entre Richmond y UMET es muy amplio: les permite a los alumnos realizar prácticas en un laboratorio de primera categoría -donde actualmente se desarrolla nada más y nada menos que la vacuna Sputnik V contra la covid-19-, lo cual es muy prestigioso y muy beneficioso para las trayectorias formativas de estos estudiantes. Y al mismo tiempo, habilita la posibilidad de desarrollar otras líneas de investigación futura”.
En este sentido, agregó: “Para una universidad acceder a laboratorios con equipamientos de alta tecnología es prácticamente imposible por una cuestión de costos, por lo que haber alcanzado este acuerdo nos permite planificar y pensar posibles proyectos y líneas de investigación que hasta ahora veíamos vedados porque nos faltaba el acceso a los recursos que nos habilita este convenio”.
"Fue muy emotivo"
Los primeros en acceder a las instalaciones del Laboratorio Educativo, ubicado sobre la Av. Elcano al 4900, en la Paternal, fueron 40 alumnos, de 1er y 2do año de la Licenciatura en Farmacia, que cursan las materias Química General e Inorgánica y Química Orgánica II.
Dividos en cinco burbujas, para respetar los protocolos vigentes por la pandemia, comenzaron las prácticas el pasado miércoles. “Fue muy emotivo para los y las estudiantes. Más en este contexto, donde después de estar casi dos años sin poder pisar UMET, tuvieron la posibilidad de ir a un laboratorio, y que sea Richmond, con todo lo que eso implica, fue muy emocionante”, relató Arias.
Asimismo, señaló que desde "ADEF (Asociación de Empleados de Farmacia), que también participó activamente en este convenio, están muy contentos con que los estudiantes de la carrera tengan esta oportunidad".
La propuesta académica de la carrera de Farmacia, desarrollada por los gremios asociados con el SUTERH, "consiste en la formación de futuros profesionales comprometidos con la ciencia farmacéutica, con una impronta humanística y social, al servicio de la salud y al bienestar de las personas", según se detalla en la web de la UMET.
Además, tiene un fuerte énfasis en el desarrollo de las actividades formativas orientadas al desarrollo de habilidades y conocimientos de las prácticas productivas y tienen por objetivo especializarse en protocolos de calidad, seguridad y respaldo de la propiedad intelectual.
Finalmente Arias destacó que este acuerdo es beneficioso para la toda la Universidad, y no solo para la Licenciatura en Farmacia, "porque tenemos otras carreras, como Gestión ambiental, que también utilizan laboratorios, y ahora van a poder empezar a desplegarse en estas instalaciones que son de última tecnología”.