Una investigación ordenada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó más de 80 casos de abusos sexuales durante la masiva misión de la agencia de la ONU a la República Democrática del Congo durante el brote de ébola, que involucran a más de 20 empleados de la institución. Tras conocerse la noticia este martes, el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió disculpas.

"Lo primero que quiero decir a las víctimas y sobrevivientes es que lo siento. Lo lamento, lamento lo que les impusieron las personas contratadas por la OMS para servirles y protegerles", dijo Adhanom Ghebreyesus, y prometió "severas consecuencias" para los responsables.

El informe, elaborado por una comisión independiente, expuso uno de los mayores escándalos sexuales vinculado a una agencia de Naciones Unidas en años, que se sumó a las reiteradas acusaciones de abusos cometidos por los cascos azules en el continente africano, principalmente en las misiones de paz del Congo y la República Centroafricana.

Según revela la investigación, los abusos sexuales fueron cometidos por personal de la OMS, tanto contratado localmente como los miembros internacionales de los equipos que luchaban contra el brote de ébola en el Congo entre 2018 y 2020. Los investigadores señalaron que también detectaron "fallos estructurales" y "negligencia individual" de la organización, tras entrevistar a decenas de mujeres que fueron violadas o a las que se les ofreció trabajo a cambio de sexo.

"Las entrevistas con funcionarios clave del organismo realizadas por el equipo de revisión demuestran claramente que la organización, centrada principalmente en la erradicación de la epidemia de ébola, no estaba en absoluto preparada para hacer frente a los riesgos/incidentes de explotación y abuso sexual", indica el reporte.

En total, se identificaron a 83 presuntos autores, de los cuales 21 eran empleados de la agencia sanitaria de la ONU.

Uno de los casos citados es el de Jolianne, la más joven de las presuntas víctimas, quien contó como un chofer de la organización se paró para ofrecerle llevarla a casa mientras vendía tarjetas SIM en un ruta del pueblo de Mangina, en abril de 2019, y en lugar de ello la llevó a un hotel donde la violó.

Las mujeres entrevistadas dijeron que los perpetradores no usaron ningún método anticonceptivo, lo que resultó en algunos embarazos, mientras que algunas declararon que los hombres que las habían abusado las obligaron a abortar.

La respuesta de la OMS

"Es un día oscuro para la OMS", reconoció Tedros, quien aspira a un segundo mandato al frente de la agencia sanitaria, una candidatura que recibió la semana pasada el apoyo de la mayoría de los países de la Unión Europea e incluso de Kenia.

Tras la publicación del informe, la OMS cesó los contratos de cuatro trabajadores, que seguían empleados en la organización, y dos altos funcionarios fueron puestos en licencia administrativa.

"Los demás tenían contratos de corta duración", explicó Tedros y agregó: "Estamos tomando medidas para asegurar que otros que puedan estar involucrados sean relevados temporalmente de cualquier papel de toma de decisiones".

Según explicó, a todos los acusados se les prohibirá trabajar en el futuro, mientras que la OMS remitirá las denuncias de violación a las autoridades nacionales para que las investiguen, así como a los países de origen de los presuntos autores.

En tanto, precisó que un organismo externo se encargará de identificar las faltas individuales en su organización.

Estas sanciones fueron celebradas por la Unión Congoleña de Mujeres de los Medios de Comunicación (Ucofem), una organización que trabaja para contrarrestar la violación y el abuso sexual de mujeres en el Congo, aunque destacaron la necesidad de brindar una reparación a las víctimas.

Denuncias reiteradas

La comisión de investigación fue puesta en marcha por Tedros en octubre de 2020, cuando el trabajo de investigación de The New Humanitarian y la Reuters Foundation sacaron a la luz el escándalo.

En mayo pasado, una investigación de la agencia de noticias Associated Press (AP) descubrió, además, que la alta gerencia de la OMS fue informada de múltiples denuncias de abuso en 2019, pero no pudo detener el acoso e incluso ascendió a uno de los gerentes involucrados.

A finales del mismo mes, unos 50 países miembros de la OMS habían expresado públicamente su frustración por la lentitud de las investigaciones y la falta de transparencia.