Todas las medidas económicas post PASO que el Gobierno Nacional tomó están acompañadas por un discurso unificado de los ministerios técnicos: cualquier acuerdo de producción, exportaciones y comercio será posible sólo si eso va acompañado de un compromiso de los sectores del poder económico para estabilizar y garantizar precios internos lógicos. La premisa es natural ante la previsión oficial de los números de la inflación: según confirmaron a Página I12 fuentes oficiales, en el Ministerio de Economía admiten que, en septiembre, cuestiones estacionales llevarán al IPC más cerca de los 3 puntos que del 2,5 de agosto. Luego, la tendencia seguirá decreciendo hacia fines de año, pero esa interrupción en la desaceleración obliga al Gobierno a salirle al toro de una manera negociadora pero a la vez directa.
Hay que mirar la gestualidad física de algunos ministerios para confirmar la premisa de que hay más política convencional en camino, para evitar una disparada en los precios. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, evaluó la descuotificación de las exportaciones de carne con diálogos con la Mesa de Enlace y el sector frigorífico. Y les planteó la idea de sostener los precios a la baja, aún abriendo la ventana de ventas externas a China. Los carniceros están dispuestos a extender el acuerdo de precios y controlar desboques, pero la Mesa de Enlace gambeteó responsabilidades y aseguró, en el marco de la charla, que son el sector menos responsable de toda la cadena. Deslizaron que habría que mirar al comercio. A la luz de los hechos y aún tras medidas de apertura, la situación de los precios de alimentos, granos y bebidas seguirá áspera. Por eso el Gobierno se enfoca, además, en sector industriales y del retail para encontrar soluciones.
La carne y los productos frescos tienen un peso específico fuerte en el indicador de precios, por eso la preocupación oficial. El lunes último, la secretaria de Comercio, Paula reunió a los ceos de los grandes supermercados para una señal en la misma línea. El sector es el ordenador que el Ejecutivo tiene para conseguir, al instante, parámetros medidos de la evolución de precios, costos y entregas de parte de los proveedores. Además, es el canalizador de buena parte de los planes oficiales de referencia y viene creciendo en ventas contra otros comercios, precisamente por mantener los valores casi constantes. Un dato extra: del total de carne que venden los grandes super nucleados en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), el 20 por ciento es producto del plan del Gobierno. De allí la foto política con los principales actores de las cadenas Coto, Carrefour, Walmart y La Anónima, entre otros. Una postal que es también una señal a los proveedores como Arcor, Serenísima, Unilever y Molinos, que llegan al ministerio en encuentros individuales.
En esa línea, en una entrevista con Futurock, Español confirmó la idea de conjugar producción y exportaciones protegiendo los precios internos. "La exportación de la carne es un sector clave que ha venido creciendo en los últimos años y que, con las condiciones de normal precio y abastecimiento del mercado interno, también queremos impulsar. (...) No tengo dudas que está trabajando en la misma línea que veníamos nosotros de tener esta dinámica compatible entre precios internos y exportaciones de carne", sostuvo la funcionaria.
Para el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el hecho de que Agricultura retome las cuestiones vinculadas a los precios del sector, es un alivio. Vale decir, además, que las demoras en los abordajes de las cuestiones de carnes, frutas, verduras y otros productos primarios, tenía que ver con un vacío de poder en la cartera que conducía Luis Basterra. De hecho, Kulfas estuvo en línea con la idea de relajar una la exportación de carne a China bastante antes de la llegada de Domínguez, siempre sin descuidar el frente interno.
Naturalmente, ahora el ministro se enfoca en cuestiones netamente productivas. Fue uno de los que primero vio el proyecto del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), de fomento a las exportaciones de productos agrarios con valor agregado. Esa norma se reactivó tras una charla de dos horas que mantuvieron Domínguez con Roberto Arias, secretario de Política Tributaria. Luego, conversaron de ese tema, sólo 15 minutos, el titular de Agricultura y el ministro Guzmán. El costo fiscal de la decisión trababa su marcha, pero la normativa es conocida por haber debutado informalmente en una reunión de directivos del CAA con la vicepresidenta, Cristina Fernández. En otro avance veloz, la ley se presentará este jueves por la tarde en un acto en la Casa Rosada.