Después de las heridas que dejó el acuerdo extraordinario de la semana pasada en el que se eligió a Horacio Rosatti como presidente del máximo tribunal, los cinco integrantes de la Corte volvieron a verse las caras este martes en un acuerdo en el que resolvieron por unanimidad introducir cambios a la Obra Social del Poder Judicial de la Nación (OSPJN). La reunión sirvió para demostrar que, pese a las disputas que dividen a los ministros, la Corte no se paralizó en su funcionamiento. Ricardo Lorenzetti volvió a hacer públicas sus críticas a la designación de Rosatti y dijo en una entrevista que él no se hubiera autovotado, aunque descartó que exista una crisis al interior del máximo tribunal. “Yo creo que fue un problema interno que hoy está solucionado”, dijo el supremo.
El clima quedó más tenso que lo habitual en el cuarto piso del Palacio de Tribunales después de que el jueves se eligiera a las nuevas autoridades de la Corte. Rosatti se impuso por sugerencia de Juan Carlos Maqueda y con el voto del presidente saliente, Carlos Rosenkrantz, y el suyo propio. Del acuerdo no participaron ni Elena Highton de Nolasco ni Lorenzetti, que, al día siguiente, explicó en un mail que hizo público que él pidió la postergación porque estaba representando al país ante el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (Unidroit).
“Yo nunca me hubiera votado a mí mismo, por más que fuésemos tres”, dijo Lorenzetti en una entrevista con A24 en la que volvió a diferenciarse de Rosatti y a traer a colación el autovoto de Julio Nazareno en la Corte de la mayoría automática menemista. “La Corte va a seguir actuando, resolviendo los casos”, añadió, en un intento por despejar el fantasma de que los enfrentamientos internos deriven en una parálisis. “No es que hay un cambio de presidencia y cambia todo”, concluyó.
Las diferencias entre Lorenzetti y Rosatti no son nuevas. Lorenzetti vio con preocupación su llegada a la Corte, especialmente por contar con el aval de Elisa Carrió, que siempre hizo blanco en el expresidente de la Corte. En los últimos días trascendió que Lorenzetti alentó una reelección de Rosenkrantz y que esa propuesta tenía el acuerdo de Highton. De haber resultado, esa jugada hubiera impedido el arribo de Rosatti a la presidencia del máximo tribunal.
En el acuerdo de este martes, los ministros pusieron sobre la mesa las diferencias en torno a la elección, reconoció Lorenzetti. En el encuentro, que se hace virtual porque Highton continúa con el trabajo remoto, se discutió un cambio en la obra social. Las modificaciones en el estatuto de la OSPJN se adoptaron después de que el lunes la jueza federal María Eugenia Capuchetti emitiera una orden de presentación para recabar información en una causa en la que se investiga una supuesta malversación de fondos en la obra social de los judiciales.
Según la acordada firmada por los cuatro ministros y la ministra, la OSPJN va a quedar bajo la órbita de la Secretaría General de la Corte, que maneja Héctor Daniel Marchi, un funcionario que acumuló influencia de la mano de Lorenzetti pero que permaneció en el cargo durante la presidencia de Rosenkrantz con el visto bueno de Rosatti. La Secretaría General de la Corte deberá supervisar las funciones administrativas de la obra social, la cobertura asistencial y el estado financiero del organismo. La OSPJN deberá brindar informes mensuales a la Secretaría General y ésta al pleno de ministros.
Dentro de una división de áreas que se había hecho durante la anterior composición de la Corte, la OSPJN había quedado bajo responsabilidad de Maqueda. Sin embargo, en la Corte sostienen que el juez hace tiempo había hecho saber que no estaba a cargo de la supervisión y que hace unos meses se había designado a una comisión encabezada por el propio Marchi para monitorear el funcionamiento de la obra social que hace tiempo es blanco de críticas y quejas.
La causa por las presuntas irregularidades en la OSPJN sigue su trámite. La denuncia fue presentada el 14 de septiembre por un empleado judicial y el expediente está actualmente bajo secreto de sumario, según pudo saber Página/12. La jueza Capuchetti delegó la instrucción en el fiscal Carlos Rívolo.
Los supremos y la suprema volverán a reunirse el jueves. Esta vez será únicamente para firmar fallos, algo que quedó relegado después de la semana pasada que estuvo marcada por la disputa electoral en el máximo tribunal, un territorio de por sí favorable para las rencillas y las intrigas palaciegas. La fecha coincidirá con el fin de la presidencia de Rosenkrantz, que estuvo marcada por un recorte de facultades pergeñado por lo que en el macrismo se conoció como la "mayoría peronista", es decir, Rosatti, Maqueda y Lorenzetti. El actual presidente reconoció que lo ofuscó ese recorte de atribuciones, aunque elogió el funcionamiento colegiado del cuerpo, algo que también destacó el propio Lorenzetti. El viernes, Rosenkrantz cederá su lugar a Rosatti, quien ocupará el cargo hasta septiembre de 2024.