Las temperaturas de hasta 42 grados, un hilito de agua que “ni para juntar en el tacho alcanza”, y niveles de arsénico por encima de lo permitido por las normativas nacionales e internacionales, generaron este lunes el enojo de vecinos de Rivadavia Banda Sur que se manifestaron para que el servicio sea restaurado en esa comunidad. Si bien las protestas se hicieron anteayer, el problema de falta de agua en el pueblo se arrastra desde principios de septiembre.
Frente a los reclamos, un equipo de la empresa Aguas del Norte viajó ayer para prestar colaboración y cambiar la bomba rota. “La empresa no brinda el servicio en la zona, pero ante los inconvenientes de la empresa contratista y las dificultades para solucionarlo, la compañía interviene para resolver el problema con bombas propias”, indicó el comunicado de la prestadora del servicio.
En ese parte oficial se informó que “la empresa Constructora Garín realizó una obra de construcción de un pozo para proveer de agua potable a los vecinos. La obra se encuentra, de acuerdo al contrato de ejecución, en el período de garantía, por lo que todavía no fue entregada a Aguas del Norte para su operación”.
El problema se originó cuando se quemó la bomba original del pozo con una capacidad de 25 hp (medida de energía que precisaba para funcionar), y fue reemplazada por una de 10 hp. Consecuentemente, esta nueva bomba se rompió y fue reemplazada “por una aún más chica, que es de 7 hp”, dijo la vecina Alejandra Godoy, que ayer, como otros rivadavienses, esperaba por la obra. Ayer los vecinos esperaban que se instale una bomba con la potencia necesaria para extraer el agua. Anoche, cuando hablaron con Salta/12, explicaron que tras el recambio de esta herramienta deberán esperar 3 horas para que el agua se distribuya a las casas.
Problemas con el arsénico
Godoy afirmó que el enojo de los pobladores también fue contra el Ministerio de Educación de la proivncia, el que, pese a no tener agua en las instituciones educativas, nunca dio la orden de suspender las clases. “Nos dijeron que decidiéramos los padres si mandábamos o no. Así que entre ayer (por el lunes) y hoy (martes) casi nadie mandó a los chicos a las aulas”, dijo.
La vecina añadió que si bien hay camiones cisternas para repartir el agua cuando se dan estas situaciones, estaban destinados “a la gente de los parajes” que “la está pasando peor con la sequía”.
Afirmó asimismo que el agua está salada y cuenta con niveles de arsénico que están por encima de lo permitido. Acceder al agua potable embotellada en la zona, en tanto, requeriría de una inversión familiar que no muchos pueden hacer. “Una botella de un litro nos sale 100 pesos”, contó. Añadió que “el agua nos genera que los chicos se enfermen de los riñones y manchas en los dientes”, lo cual, afirmó, fue denunciado más de una vez.
Recurrente cambio de bomba
El gerente de Servicios de Aguas del Norte, Javier Jurado, dijo a Salta/12 que la empresa a cargo del servicio en la provincia tomó la decisión de solucionar el problema ayer dado que Garín (la constructora que aún tiene a su cargo esta obra de agua), había indicado que la solución iba a llegar recién el sábado.
El funcionario indicó que esta obra se encuentra en desarrollo desde “la gestión anterior”. Según se anunció en su momento, la obra se inició entre 2018 y 2019.
Como la obra de provisión de agua en La Unión (dentro del municipio de Rivadavia Banda Sur) ya está en manos de Aguas del Norte, se decidió que sean los operarios de esa ciudad quienes puedan acondicionar la bomba de mayor capacidad en la localidad de Rivadavia.
Al ser consultado por los altos valores de sustancias que impiden que el agua sea considerada potable, Jurado indicó que es por ello que ambas obras que son de “planta integral” (tanto de La Unión como de Rivadavia Banda Sur) cuentan con una planta de ósmosis inversa, que permite la potabilización del agua.
El inconveniente es que cuando falla el sistema eléctrico, también lo hace la planta y, como sucedió en este caso en tres ocasiones, la bomba. “Es un problema que tenemos en el norte provincial. También en el departamento San Martín, en donde el suministro eléctrico es inestable”, dijo Jurado al explicar las razones por las que la bomba de agua de Rivadavia Banda Sur debió ser cambiada, con la de ayer, cuatro veces en tres años.