El Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego revisará la absolución dictada en favor de Reinaldo Cardozo, un suboficial principal de la Armada Argentina acusado de abusar sexualmente de una marinera mientras ambos se desempeñaban dentro de la Base Naval de la capital fueguina, en 2013.
El militar (ahora retirado) llegó a juicio luego tras una denuncia de "Lucía" (nombre con el que se identifica a la víctima ante los medios de comunicación) por presuntos episodios de tocamientos, acoso y una violación.
La mujer, que entonces tenía 25 años, aseguró en su denuncia haber perdido, tras lo ocurrido, su empleo y su carrera militar, además de verse obligada a someterse a un prolongado tratamiento psicológico para superar lo sucedido.
El 26 de agosto pasado, el Tribunal de Juicio en lo Criminal de Ushuaia, integrado por Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla, resolvió absolver de culpa y cargo a Cardozo (57) por falta de pruebas.
Ante ello, tanto el fiscal Eduardo Urquiza como la abogada querellante en representación de la víctima, Sofía Barbisán --quien no pudo alegar en el juicio por una formalidad procesal--, acudieron “en casación” ante el Superior Tribunal de la provincia para solicitar una revisión del fallo, informó Télam.
Durante el juicio, Urquiza había solicitado para el militar una pena de tres años de prisión, como "autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual simple en concurso ideal con amenazas coactivas", aunque esa acusación no prosperó.
Los motivos de la apelación
Según el escrito de apelación que presentó la abogada querellante, durante el juicio los miembros del tribunal oral "dejaron de lado una valoración de los hechos basada en la sana crítica", además de haber actuado "con absoluta falta de perspectiva de género".
En ese sentido, la letrada sostuvo que distintas pericias psicológicas y psiquiátricas confirmaron que la víctima "no fabula" y que "sus dichos resultan verosímiles", mientras que las realizadas al presunto victimario lo señalaron como una persona "de rasgos algo rígidos y obsesivos" que "efectuó un relato que impresiona desafectivizado".
En el escrito, la querella también señala que los jueces del tribunal oral "minimizaron los hechos denunciados, sin analizar ni fundamentar de forma contundente en contra de las pruebas que confirmaban las denuncias efectuadas por la víctima".
"La sentencia y sus fundamentos muestran que estuvieron basadas en ciertas reglas en apariencia 'neutrales', es decir, formuladas a la medida de un sujeto universal y sin género, con omisión de la perspectiva y la experiencia de las mujeres", dice el recurso de casación.
La abogada también criticó el comportamiento de los jueces durante el juicio, en especial el de Bembihy Videla, quien en un momento le pidió a la mujer que "hable más fuerte porque soy sordo" y que "hable sin quebrarse".
Por último, Barbisán criticó que el tribunal no tuvo en cuenta que la víctima se animó a denunciar a un superior suyo dentro de una institución militar que "respaldó por años la violencia".
Los hechos y la investigación
Según la acusación, Cardozo comenzó a acosar a Lucía y a someterla a diferentes tocamientos e insinuaciones sexuales en 2013, dentro de las instalaciones militares.
La víctima denunció también que en una oportunidad el hombre la encerró dentro de un depósito y la violó. A la hora de presentar cargos, el fiscal Urquiza descartó la acusación de violación dado que un peritaje de la Corte Suprema de Justicia ya había sembrado dudas sobre su concreción.
El proceso judicial, que según especialistas generaba "un antecedente de peso por la característica de ventilar hechos sucedidos en un ámbito castrense", sufrió varias demoras: primero se iba a realizar en 2020, luego fue suspendido por la pandemia y reprogramado para 2024 y finalmente fue adelantado para 2021.
Durante el juicio, el acusado Cardozo se negó a dar su versión de los hechos, y se remitió a la declaración brindada durante la etapa de instrucción, en la que se proclamó inocente.