Al pie del cartel que indica que "a 1500 metros de aquí funcionó el centro clandestino El Campito" y que reclama "memoria, verdad y justicia" por los hechos que sucedieron en los galpones que lo conformaron se reunieron familiares y compañeros de detenides desaparecides que allí permanecieron cautivos ilegalmente, fueron torturados y muchos asesinados; referentes de organismos de derechos humanos, representantes de la Secretaría de Derechos humanos de la Nación se reunieron para conmemorar los dos años de la señalización.
"Estamos acá para reivindicar a los compañeros que formaron parte de la generación más digna que tuvimos en nuestra patria", exclamaron desde la Asociación de Sobrevivientes, familiares y compañerxs de Campo de Mayo, organizadores del acto junto a la Liga Argentina por los Derechos Humanos, en la lectura de un documento en el que sumaron otras tantas proclamas. Además, se mostraron a la espera de poder contar "en un futuro cercano" con un sitio de memoria en el lugar "donde mantener viva la memoria de los que acá quedaron", indicó Iris Avellaneda, presidenta del colectivo y sobreviviente. Por el momento, la zona permanece bajo investigación judicial.
"Los familiares y sobrevivientes de Campo de Mayo estamos siempre en pie de guerra para defender la memoria de este lugar. No queremos que siga tapado, queremos que todo el mundo sepa lo que pasó acá", insistió Avellaneda, en cuyas declaraciones la comparación de la guarnición militar que la última dictadura convirtió en la red de centros clandestinos más populosa del país --se calcula que por allí pasaron unes 6 mil detenides desaparecides de los cuales sobrevivieron cerca del 1 por ciento-- con la ESMA siempre está presente. "La ESMA fue un centro clandestino enorme y terrible y allí ya se trabaja, ya hay actos, museo y actividad para mantener viva la memoria. Acá en Campo de Mayo queremos y luchamos para que suceda lo mismo, pero abemos que tenemos que esperar un poco más", sostuvo la mamá de Floreal "Negrito" Avellaneda. El "Negrito" era un adolescente cuando fue secuestrado junto con ella, mantenido cautivo en El Campito y arrojado a las aguas del río desde un vuelo de la muerte.
Dos años de la señalización
La concentración conmemorativa sucedió este miércoles al pie del cartel señalizatorio que fue localizado el 29 de septiembre de 2019 en la entrada del predio donde funcionó el más importante de los cuatro centros clandestinos que tuvo Campo de Mayo, emplazado frente al tiro federal de la guarnición. Un año antes, en noviembre de 2018, Mauricio Macri firmaba un decreto presidencial para declarar la guarnición militar como reserva natural, el primer paso del plan que había anunciado en marzo de aquel año para convertir el predio en un parque nacional. El anuncio fue resistido por todo el movimiento nacional de derechos humanos.
Al mediodía, sobrevivientes, familiares y compañeros de víctimas recordaron la "santísima trinidad" responsable de los crímenes de lesa humanidad que tuvieron lugar en El campito y en el resto del país entre 1976 y 1983: "Aparato represivo, empresas y el partido judicial". En el documento que fue leído a viva voz, señalaron a "los militares argentinos en general y el ejército argentino en particular" que "actuaron como fuerza de ocupación contra su propio pueblo"; a "los gerentes de las empresas que mandaron a asesinar a sus propios trabajadores" y a la Corte Suprema y "el partido judicial (que) cubrieron de vergüenza todos sus actos posteriores amnistiando de facto toda investigación contra los responsables ideológicos de tanta infamia contra el pueblo argentino".
Por último, reclamaron la "apertura de los archivos secretos de la dictadura", la libertad a Milagro Sala y sus compañeros "por causas judiciales armadas por el gobernador de Jujuy y su banda"; repudiaron "el cobarde ataque al mural frente a la maternidad clandestina" que funcionó en el hospital militar de Campo de Mayo y la represión a la comunidad mapuche en la provincia de Rió Negro.
"Venimos a Campo de Mayo para resistir el negacionismo, para exigir que se haga un sitio de memoria aquí y también para decir que estamos hartos de los que defienden la impunidad de los asesinos de un militante de 15 años llamado Floreal Avellaneda", esgrimió en declaraciones a este diario José Schullman, titular de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, en relación esto último al expediente que la Corte Suprema devolvió, después de 8 años de parálisis, a la Cámara de Casación para que revea las penas a dos de los asesinos del joven.
El "Negrito" fue especialmente homenajeado este mediodía, con un cartel que lo recuerda que fue colocado al pie del árbol que que el colectivo plantó en marzo pasado, en el marco de la campaña "Plantamos memoria" que lanzaron los organismos de derechos humanos para conmemorar a les detenides desaparecides y sobrevivientes de la última dictadura en el aniversario de su comienzo.
Un futuro sitio de memoria
El reclamo para que se erija un sitio de memoria en el lugar donde funcionó El Campito es sostenido, pero precavido: se sabe que el lugar está en plena investigación. "Seguro que aquí fueron enterrados detenidos desaparecidos", aseguró Avellaneda. En enero pasado, el Equipo Argentino de Antropología Forense inició una serie de trabajos para dar con supuestos enterramientos clandestinos.
Mientras se aguarda que la Justicia avance y los resultados de aquellos estudios, desde la asociación que preside Avellaneda aseguraron que existe la posibilidad de montar un sitio "en el lugar donde entraban y salían camiones con secuestrados" rumbo al centro clandestino --un camino ubicado en Presidente Perón y Ruta 4--. Sería un sitio "provisorio" hasta tanto se pueda establecer el definitivo en El campito. "Queremos difundir la memoria desde el mismo lugar donde sucedió todo", puntualizó la sobreviviente.