Se cumplen este jueves 30, tres años del asesinato de Damián Cutrera, durante una discusión de tránsito en el peaje de la autopista Illia, hecho por el que está acusado el suboficial de la Prefectura Daniel Acosta. La familia de Cutrera reclama que se lleve a cabo el juicio oral que fue suspendido en mayo de 2020 debido a la pandemia.
"La justicia debe acelerar el sorteo de nueva fecha de juicio. Pido justicia para Damián. Pido que no se estire más la espera", dijo a Télam la viuda de la víctima y testigo del hecho, Mónica Rodríguez.
Por su parte, el abogado que representa a la familia, Ángel Ramallo, cuestionó el tiempo transcurrido sin que se haya llevado adelante el debate, que tendrá en el banquillo de los acusados al prefecto Daniel de Jesús Acosta (29), actualmente excarcelado.
"Ya estamos en el tercer aniversario de la muerte de Cutrera y la familia sigue esperando hoy, a tres años, justicia. Se tiene que abrir una rápida agenda para juicios suspendidos", expresó Ramallo. Y agregó: "Se podría haber dado fecha para junio o julio de este año sin problemas, con los cuidados del caso y los protocolos. Este año han comenzado muchos juicios y nosotros seguimos esperando".
El cabo primero Acosta está procesado por el delito de "homicidio agravado por el uso de arma con dolo eventual" pero en libertad, ya que pese a que esa calificación prevé una pena de entre 10 y 25 años de cárcel, fue excarcelado bajo una fianza de 80.000 pesos por la jueza en lo Criminal y Correccional 62, Patricia Guichandut, quien elevó el expediente para el juicio oral, que estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25. Fuentes de la defensa informaron a Télam que en la actualidad Acosta se encuentra en "situación pasiva" en la fuerza mientras se define su situación judicial.
El juicio oral estaba pactado para los días 26 y 28 de mayo de 2020, aunque debido a la pandemia fue suspendido. En el requerimiento de elevación a juicio, el fiscal Daniel Pablovsky dio por probado que el 30 de septiembre de 2018, a las 2.30 de la madrugada, en las cabinas de peaje de la autopista Illia, en sentido a provincia, Acosta "provocó la muerte de Cutrera mediante el empleo de un arma de fuego semiautomática, de doble acción, marca Pietro Beretta, modelo 92 FS, calibre 9 milímetros".
Al describir el incidente de tránsito previo al momento del disparo, el fiscal explicó que cuando ambos vehículos se aproximaban a las cabinas de peaje, el Volkswagen Gol guiado por Acosta se le adelantó al Renault Clío en el que Cutrera viajaba con su esposa, su cuñada y el marido, y se detuvo repentinamente por delante de éste.
Según la acusación fiscal, el auto del prefecto chocó "en reversa" con su parte trasera la delantera del de Cutrera, lo que hizo que el conductor del Clío y el cuñado bajaran y se acercaran hasta el Gol a increpar y pedirle explicaciones a Acosta.
El fiscal describe que "a poco de llegar Cutrera a la ventanilla del conductor, se sintió un fuerte estruendo" y luego la víctima se desplomó con una herida de arma de fuego en el tórax que le causó la muerte en un lapso de entre cinco y diez minutos.
Al ser indagado, Acosta dijo que él pensó que Cutrera y su cuñado lo iban a asaltar y que el arma se disparó pero en forma accidental en un forcejeo, luego de que la víctima lo golpeara e intentara quitarle la pistola. Parte de la secuencia del hecho quedó grabada por una cámara de video del peaje donde se ve que Cutrera -quien trabajaba como administrativo en la planta de la automotriz Ford en General Pacheco-, se acerca por el lado de la ventanilla y otro hombre lo hace por el del acompañante, y que luego de una serie de forcejeos y de que se efectúe el disparo, la víctima se aleja baleada.
La defensa de Acosta, a cargo de los abogados Ramiro Zoloaga y Ricardo Izquierdo, siempre planteó en el expediente que se trató de un caso de legítima defensa, mientras que para la querella fue un hecho de "gatillo fácil".
El crimen tuvo lugar poco después de que la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, durante el gobierno macrista, saliera en defensa del policía Luis Chocobar y alentara a los integrantes de las fuerzas de seguridad a disparar por la espalda.