El Tribunal Oral Federal número 4 de San Martín condenó al militar retirado Mario Ocampo a la pena de prisión perpetua por hallarlo responsable de secuestros, tormentos y homicidios contra militantes montoneros que participaron de operativos incluidos en la Contraofensiva que esa agrupación entre 1979 y 1980. Los jueces Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini y la jueza María Claudia Morgese revocaron el beneficio de prisión domiciliaria del que gozó hasta el momento el represor quien fue jefe de Inteligencia del Destacamento 201 del Ejército y le ordenó cumplir la condena en una cárcel común. Ocampo recibió el veredicto serio, con la mirada fija en la pantalla frente de sí. Cuando Rodríguez Eggers dijo “este juicio ha concluido" y empezaron a escucharse aplausos, se desconectó de la transmisión.
La lectura del veredicto se demoró casi una hora producto de problemas de conectividad en la transmisión virtual de la audiencia que, en esta ocasión, incluyó la presencialidad de jueces y jueza, fiscal, abogados querellantes y defensores, y algún que otro familiar de víctimas y sobreviviente, acudieron a la sala de los tribunales de San Martín. El acusado lo presenció desde su casa y fue su conexión, justamente, la que tardó en ponerse a punto.
Más temprano en la mañana, Ocampo fue uno de los primeros en aparecer en la cuadrícula de la plataforma de transmisión online del juicio --retransmitida por el medio comunitario La Retaguardia--. Entonces se declaró inocente durante el espacio que el TOF 4 le brindó para decir sus últimas palabras antes de conocer su destino.
Ocampo fue, entre diciembre de 1979 y fines de noviembre de 1981, jefe de la Segunda Sección de Ejecución del Destacamento 201 de Inteligencia con asiento en Campo de Mayo. Permaneció prófugo hasta 2019, cuando fue capturado y procesado por decenas de casos de secuestros, torturas y homicidios contra militantes que participaron de la Contraofensiva de Montoneros. El juicio que culminó hoy comenzó en febrero pasado y coincidió durante los primeros meses con el tramo final del primer debate que se llevó a cabo por esos hechos contra otros cinco jerarcas de la Inteligencia militar. Él quedó fuera de ese primer proceso debido a que estaba prófugo.
Esta tarde, después de definir los hechos juzgados como crímenes de lesa humanidad, el TOF 4 le dedicó la pena máxima, la misma que impuso en mayo pasado a Luis Angel Firpo, Roberto Dambrosi, Jorge Bano, Eduardo Ascheri, Norberto Apa y Marcelo Cinto Courteaux. El monto fue el solicitado por la Fiscalía, a cargod e la fiscal auxiliar Gabriela Sosti, y las querellas de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, subsecretaría provincial y dos grupos particulares.
La acusación también solicitó que Ocampo cumpliera su condena en una cárcel común, tema que en parte avanzaron los jueces. En principio revocaron el beneficio de la prisión domiciliaria del que gozó Ocampo desde su detención hace dos años. Y ordenó el cumplimiento de la pena en una cárcel común previo sometimiento a análisis médicos de rutina que confirmen que está en condiciones.
Ocampo hizo carrera en el Ejército. Llegó a Campo de Mayo en 1979 desde Mendoza, donde se había desempeñado en la Compañía de Ingenieros de Montaña de Campo Los Andes, con el objetivo de integrarse a la escuela de Inteligencia del Ejército. De allí, recaló en Campo de Mayo, donde se desempeñó en el Destacamento 201, como jefe. Los fundamentos de la sentencia se conocerán recién a fines de noviembre próximo.