La pobreza afectó al 40,6 por ciento de la población argentina en el primer semestre, informó el Indec. El dato está prácticamente en la misma línea que igual período de 2020 aunque 1,4 punto porcentual por debajo del segundo semestre del año pasado. Frente a los primeros seis meses de 2019, la pobreza creció 5 puntos porcentuales. 

La medición según los hogares alcanzados se ubicó en el 31,2 por ciento. En la franja de edad de cero a 17 años, la pobreza afectó al 54,9 por ciento de la población, por lo tanto en ese segmento hay más pobres que no pobres.

El 10,7 por ciento de las personas quedaron en situación de indigencia, también similar al dato del año pasado y 3 puntos por arriba del primer semestre de 2019. El 8,2 por ciento de los hogares no llegan a cubrir los requerimientos alimenticios básicos.

Desde la segunda parte del 2016, cuando comienza la actual serie estadística, la pobreza subió del 30,3 por ciento al 40,6 por ciento de las personas. Esto implica que tres de cada diez personas que son actualmente pobres ingresaron en esa condición en los últimos cinco años. En términos relativos, la indigencia avanzó aun más que la pobreza. Tuvo un crecimiento del 42 por ciento en el período, ya que se ubicaba en el 6,1 por ciento de la población en 2016.

Los indicadores sociales tuvieron una leve mejoría en 2017 con respecto a 2016 y a partir de 2018 muestran una profunda caída, de la mano de la estampida inflacionaria y la merma del empleo en el marco de una economía descontrolada por la crisis del sector externo. La pandemia impactó nuevamente en los indicadores de 2020 aunque en 2021 se percibe al menos un freno en el deterioro.

El derrotero de la pobreza e indigencia está muy relacionado a la evolución de los precios de los bienes básicos. Según el Indec, el rubro alimentos y bebidas subió 51,2 por ciento en 2018 y 56,8 por ciento a lo largo de 2019. En 2020, el avance fue del 42,1 por ciento y en lo que va del 2021 acumula un alza del 32,6 por ciento.

Si bien la actual serie oficial de pobreza e indigencia comienza en 2016, los investigadores Daniel Schteingart, Guido Zack y Federico Favata en su momento utilizaron las canastas vigentes para extender hacia atrás la medición y poder tener base de comparación con años previos. Así, la pobreza según los parámetros actuales hubiera sido del 57 por ciento en el último trimestre de 2003 y la indigencia, del 22 por ciento. Los menores valores de la serie aparecen a mediados de 2013, con la pobreza en el orden del 26 por ciento y la indigencia, en el 5 por ciento. 

Las canastas 

El Indec define la línea de indigencia según una canasta de 26.875 pesos para un hogar promedio caracterizado como indigente, cuyos ingresos se ubican en 16.741 pesos. En el caso de la pobreza, la canasta básica es del orden de los 62.989 pesos, mientras que el ingreso total del hogar pobre está en 37.803 pesos.

"Los valores expuestos significan que, en promedio, los hogares indigentes tienen una distancia de 10.134 pesos entre sus ingresos y el valor de la canasta. En términos porcentuales, esto implica que sus ingresos en promedio se encuentran 37,7 por ciento por debajo de la línea. En el caso de los hogares pobres, la distancia es de 25.186 pesos, lo que implica una brecha de 40 por ciento", detalla el lndec.

Niñxs

En la franja de edad de cero a 17 años, la pobreza afectó al 54,9 por ciento de la población. De modo que hubo mayor cantidad de personas con dificultad para acceder a bienes y servicios básicos que personas no pobres (45,1 por ciento). En particular, entre los cero y los cinco años la pobreza afectó al 50,8 por ciento de la población; entre los 6 y 11 años, al 54,9 por ciento y entre los 12 y 17, al 57,8 por ciento.

En el caso de la indigencia, se ubicó en el 13,2 por ciento en la franja de cero a cinco años; 18,1 por ciento entre las personas de 6 a 11 años y en el 18,2 por ciento entre los de 12 a 17 años.