Un joven resultó asesinado de 32 tiros en Nuevo Alberdi mientras que uno de su acompañantes recibió una decena de disparos en su cuerpo, aunque salvó su vida. La víctima fue Julián Manuel Zanier, de 23 años, y su cuñado de 18 años se encuentra en grave estado en el HECA. “Todo ocurrió hoy (por ayer), alrededor de las 5.30, en un domicilio donde vivía una familia. Ingresaron entre cuatro y cinco personas, vestidas con ropa parecida a uniformes policiales al grito de 'policía, policía'. Ingresaron con una masa, rompieron las dos puertas de la casa y le dieron muerte al principal morador que estaba en silla de ruedas e hirieron a otra persona”, contó el fiscal de homicidios Pablo Saldutti. El mismo funcionario convocó de inmediato a la Agencia de Control Policial, por la fuerte sospecha que el grupo está realmente conformado por policías.
Saldutti dio a conocer otro detalle que revela la ferocidad de la balacera: se secuestraron 69 vainas servidas de calibre 9 milímetros esparcidas en el lugar donde se registró el tiroteo. Además, dijo que en la casa donde vivía Zanier se secuestró una pistola calibre 3.80. No obstante, afirmó que, con los indicios recolectados hasta el momento, no se puede asegurar que hubo intercambio de disparos.
Sobre el acusado había un pedido de captura por el crimen de Dora Quiroga, asesinada a principios de febrero del 2020 en la zona sudoeste, donde quedó en medio de un tiroteo. La mujer de 63 años recibió un balazo en la espalda cuando desde un auto corrían a los tiros a los ocupantes de una moto. En esta causa hay detenidos y condenados, pero la información policial asegura que estaba involucrado en el crimen.
También lo vincularon con el homicidio de Brian Yedro, un joven de 29 años asesinado en Cochabamba y Constitución, en marzo de este año. Era el hijo del titular del Sindicato de Cadetes de Rosario, quien trabajaba realizando delivery en una moto Honda Wave para un comercio de la zona. Sin embargo no pesaba captura sobre Zanier por ese hecho.
Los vecinos aseguran que la víctima vivía allí hace poco tiempo, pero que nunca salía y que estaba en silla de ruedas. De quién se ocultaba, no es claro. Quizás de la Policía, pero lo cierto es que en esa precaria casa hay un garaje de donde hace dos días sacaron una cupé Volkswagen Scirocco, valuada en varios millones de pesos.
Pero el relato más jugoso, y que mas impacta es sin dudas la forma en que asesinaron a Zanier: los atacantes tenían uniformes policiales, con detalles que hacen suponer que eran efectivamente policías ya que exhibieron hasta los mismos barbijos que usa la fuerza. También llamó la atención la similitud de la forma en que abordaron el lugar: con una maza similar a la que se usa en los allanamientos, con apenas un par de certeros golpes, derribaron las dos puertas que los separaba de la víctima, al grito de " policía" para evitar sin dudas la reacción del dueño de casa, que además estaba con su pareja y su pequeña hija.
Extraoficialmente se conoció ayer que aunque en silla de ruedas, Zanier estaba siendo investigado como el autor material de al menos dos crímenes ocurridos en los últimos tiempos, en los cuales disparado movilizándose en un auto. "Los que vinieron a matarlo, no quisieron correr riesgos porque sabían que era picante con los fierros y lo achicaron de entrada" dijo un veterano pesquisa, explicando el modus operandi del grupo criminal.
Otros detalle revelador es que la caja fuerte encontrada en el lugar estaba vacía, algo llamativo porque la propiedad, humilde desde el exterior, exhibía una cantidad y calidad de muebles y electrodomésticos recién estrenados: equipo de musica, cocina, lavarropas, televisor y heladera de última generación, que contrastaban con la sencillez del lugar donde estaba asentada la vivienda, y del aspecto exterior de la misma. "Se nota que había comprado todo hacía unos días y todo caro. Seguro había cobrado una buena plata últimamente " confió el mismo pesquisa, quien deslizó que tal vez ese punto terminó liquidándolo.
Otro dato interesante es que no fueron hallados ninguno de los teléfonos de la familia que habitaba el lugar . "Se lo llevaron los asesinos para evitar filtraciones de información, o la mujer limpió la casa antes de llamar a la policía" confio un investigador.
Para los investigadores también esta claro, que más allá de los diez disparos sobre el cuñado de Zanier -en realidad un soldadito que lo cuidaba - no hubo intencion de rematarlo en el piso. De lo contrario lo hubieran hecho. "Lo buscaban a él, tiene muchos tiros en a cabeza, y esta vez , lo aseguraron bien" reconoció el policía en refrencia a varios de los ataques recibió por Zanier, uno de los cuales lo dejó en su silla de ruedas.