La Selección argentina de futsal ya tiene rival para la final del Mundial de Lituania, al que enfrentará el domingo desde las 14 para lograr ser bicampeón: será Portugal, finalmente, representativo que este jueves venció por penales a Kazajistán (5-4) tras igualar 2-2 en la segunda semifinal de la máxima cita global. El equipo luso se metió en la definición desde los arcos, esa que lo llevó a su primera final mundialista, con un gol agónico a falta de un minuto y medio para el cierre del juego.

Durante el tiempo reglamentario, Pany abrió el marcador para Portugal a los tres minutos del segundo tiempo pero a 45 segundos para el final, Kazajistán llegó a la agónica igualdad a través de Dauren Nurgozhin. A los 2 minutos del primer tiempo de la prórroga, Douglas Junior, uno de los tres brasileños nacionalizados, dio vuelta el marcador a favor de Kazajistán. Sin embargo, el conjunto luso volvió a reaccionar y a falta de un minuto y medio para el final de la segunda parte del tiempo extra Bruno Coelho marcó el 2-2 definitivo que llevó la definición a los penales.

En la tanda definitoria, los arqueros Bebe y Vitor Hugo atajaron un penal cada uno para el 5-4 que metió al conjunto luso en la ansiada final contra Argentina, que se disputará en el estadio Kaunas Arena, escenario de las dos semifinales.

Dos horas antes, a las 12, Brasil y Kazajistán se enfrentarán por el tercer puesto de la novena edición del Mundial organizado por FIFA.

Lo cierto es que, en un análisis del futuro rival del conjunto de Matías Lucuix, vale recordar que Portugal era uno de los candidatos al título en la previa: los lusos tienen entre sus filas a Ricardinho, elegido seis veces como el mejor jugador del mundo de la disciplina. El equipo dirigido por Jorge Braz, además, es el último campeón de la Eurocopa 2018.

El europeo es un equipo experimentado ya que el arquero Bebe, Ricardinho, Bruno Coelho y João Matos, cuatro de sus cinco habituales integrantes del quinteto inicial, tienen 38, 36, 34 y 34 años, respectivamente.

El conjunto albiceleste, sin embargo, tiene una ventaja a su favor cuando mira el recorrido del elenco conducido por Jorge Braz, que llegará a la final al límite del físico ya que en la fase eliminatoria definió todos los partidos en la prórroga. En la etapa de grupos, se impuso sobre Tailandia (4-1) e Islas Salomón (7-0) y empató con Marruecos (3-3), mientras que en octavos superó a Serbia (4-3) y en cuartos a España, bicampeón mundial, tras ganarle por 4-2.


El dulce recuerdo del último Mundial

El último recuerdo mundialista que une a los dos seleccionados tiene un mejor sabor para Argentina, que eliminó a los lusos en Colombia 2016, tras vencerlos por 5-2. 

Aquella vez, el conjunto albiceleste se quedó con el pase a la definición buscado por ambos equipos, que nunca habían alcanzado el último partido de un Mundial. Mientras que Portugal tendría que esperar cinco años para lograrlo, los argentinos construyeron una gran victoria que inició con un golazo de Cristian Borruto -picándola sobre la salida del arquero y definiendo de cabeza en plena línea del arco- y se completó con los gritos de Damián Stazzone, Constantino Vaporaki, Alan Brandi y Leandro Cuzzolino.

La Selección, que ya dejó atrás el histórico triunfo sobre Brasil para focalizarse en la final y que recuerda aquella escena con alegría pero desde la lejanía del tiempo, sabe que la de Lituana será otra historia. Será su reencuentro con Portugal, desde la experiencia de saberse campeón pero con un nuevo sueño en la mira: el bicampeonato.